Las dudas sobre Avánzit hunden la cotización
Avánzit está viviendo una auténtica fuga de accionistas en las últimas sesiones, ante el temor de que la compañía tenga que apelar a la suspensión de pagos, en el peor de los casos, o desinvertir en sus negocios más rentables, en el mejor, si la negociación con los bancos para renegociar su deuda fracasa. La caída de las acciones fue ayer del 15%, la mayor en cuatro años, y el desplome acumulado, del 71,5% en lo que va de año, deja el valor a niveles de 1997.
La empresa tecnológica y audiovisual tiene una deuda superior a 340 millones de euros, de los que 215 millones vencen a corto plazo y esta es la cantidad que Avánzit está tratando de renegociar con los bancos, para conseguir convertirla en pasivos a largo. Estas conversaciones, sin embargo, duran ya más de tres meses y los accionistas han empezado a plantearse el futuro de la empresa si el acuerdo fracasa. Analistas consultados sólo ven dos salidas para la compañía, la suspensión de pagos o la venta de activos, que se llevaría por delante los negocios más rentables. Y ninguna de las alternativas convence a los inversores.
Negociaciones
En este contexto de incertidumbre, los inversores hacen ya caso omiso de los anuncios de Avánzit sobre la continuidad de las negociaciones con los 42 bancos acreedores. Fuentes cercanas a la compañía aseguran, con todo, que éstas prosiguen y que el plazo máximo que se ha dado a las entidades financieras para llegar a un acuerdo expira mañana.
La situación que vive Avánzit en los últimos meses ha tenido reflejo más allá de la hecatombe bursátil. En el sector, los problemas puntuales de liquidez han disparado las especulaciones sobre su capacidad de sacar adelante contratos, mientras que en la compañía la negociación con los bancos ha provocado cambios en la directiva.