Quiero dejará de cobrar a sus abonados a partir de junio
Quiero dejará de emitir el próximo sábado la programación habitual en sus 14 canales para pasar a difundir una parrilla con contenidos de mínimos. No será únicamente la carta de ajuste, tal y como preveían sus directivos, pero los costes de los contenidos que difundan 'serán sustancialmente inferiores'. Además, desde el 1 de junio no se cobrará cuota alguna ni el alquiler de los descodificadores a los abonados.
æpermil;stas fueron dos de las decisiones adoptadas ayer por la junta de accionistas de la plataforma digital terrestre, cuyo objetivo es dejar a la compañía en situación de hibernación a la espera de conseguir un consentimiento tácito de la Administración para proceder al cierre definitivo. Las medidas se adoptan después de que el pasado viernes el Consejo de Ministro se pronunciara en contra de la petición de cancelación pactada de la licencia de Quiero que solicitaban sus accionistas.
En este sentido, la junta autoriza al consejo de administración 'para que adopte las decisiones que exija el interés social para minimizar el coste de la explotación de la concesión, incluso mediante el cese de las emisiones'.
Otra medida adoptada es la puesta en marcha de un expediente de regulación de empleo, que afectará a 180 de los 204 trabajadores que tiene la plantilla de Quiero.
Los empleados culpan a los accionistas
Los trabajadores de Quiero tienen claro de quién es la culpa del fracaso de la empresa. Fuentes del comité de empresa de la plataforma de televisión acusaron ayer a los accionistas (Auna, fundamentalmente) de impedir el éxito del proyecto 'por su actitud y errores, así como por sus intereses políticos y extraempresariales'.
Así, los empleados ponen en duda 'la credibilidad del fracaso de Quiero', ya que consideran extraño que una compañía con accionistas con capacidad financiera y con un plan de negocios a 10 años ya aprobado tirara la toalla apenas 12 meses después de su lanzamiento. Desde el momento en que los socios dejaron de confiar en el proyecto, añaden fuentes del comité, el interés por buscar alternativas al cierre ha sido muy escasa.
Esta línea argumental es muy similar a la esgrimida por uno de los socios de Quiero, MediaPark, que llegó a plantear una acción de responsabilidad contra los administradores que fue rechazada ayer por la junta.
Los empleados, por último, también ponen en cuestión las sumas destinadas a cancelar las deudas con los acreedores, que, aseguran, en muchos casos son los propios accionistas.