La piratería de derechos de autor le cuesta a Europa 100.000 empleos
En Europa, la industria musical emplea a 600.000 personas y factura 12.000 millones de euros, un tercio del mercado mundial, según informó Jason Berman, presidente de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica, una asociación implantada en 76 países. Berman afirmó que una cuarta parte de los discos que se venden en el planeta tienen contenidos creados en Europa y precisó que España es el séptimo mercado musical más grande.
La música es importante para los europeos. Especialmente cuando, como señala Valery Maldonado, responsable de la policía francesa de lucha contra la piratería, 'Europa considera que la creación y la innovación son una prioridad competitiva'. José María Michavila, secretario de Estado de Justicia, opina que 'los europeos nos identificamos como potencia mundial en creación cultural'.
Pero la vulneración de los derechos de autor ha explotado. En palabras de Ramón de Miguel, secretario de Estado para la UE, la piratería supone la pérdida de 100.000 empleos al año en Europa. El FBI estima que el comercio musical ilegal alcanza 5.000 millones de euros y afecta a uno de cada tres discos vendidos. Según Berman, la capacidad mundial instalada para la grabación ilegal de discos es tan grande como la de las productoras legales, sin contar las plantas clandestinas aún desconocidas.
La piratería, típica de Asia o Latinoamérica, ha entrado también en Europa, sobre todo por el sur. Alain Levy, presidente mundial de la discográfica EMI, precisó que si en Alemania o Francia los discos piratas suman el 5% del total, en España alcanzan el 30% y en Grecia suponen el 50%. En España, la mitad de las ventas de novedades discográficas es ilegal.
Maldonado explicó que lo que en los setenta y ochenta era un fenómeno divertido, cuando los turistas compraban en el Tercer Mundo relojes, prendas o bolsos de lujo imitados, ahora es mucho más grave. Porque afecta, no sólo a los creadores y las empresas, sino porque también se ha extendido más allá del lujo, hasta amenazar el futuro de muchas pymes, y porque afecta a mercancías peligrosas como frenos de coche, medicamentos o alimentos.
Michavila y Berman insistieron en que la venta de discos ilegales 'no es un negocio casero de jóvenes simpáticos'. Se ha ido revelando que detrás de ellos hay mafias internacionales de la droga, la prostitución y el tráfico de armas. El crimen global utiliza la falsificación de música para financiarse de forma excepcionalmente rentable y con muy poco riesgo.