Los países pequeños apoyan la propuesta de Prodi para reforzar el poder de la Comisión
Romano Prodi defendió ayer 'una Unión Europea en la que todos los Estados miembros, grandes o pequeños, sean iguales'. El presidente de la Comisión Europea opina que esta institución debe seguir siendo la garantía de ese trato ecuánime, una propuesta que recibe el apoyo de los Gobiernos que temen un directorio de los países más poderosos.
Prodi presentó ayer ante el Parlamento Europeo su contribución al debate sobre el futuro modelo de Europa, un texto de 26 páginas en el que se reivindica el protagonismo de la Comisión como motor de la integración europea. 'Tras la ampliación', señala el italiano, 'la Unión necesitará una Comisión fuerte que asuma la iniciativa política'.
Los Estados más pequeños (que serán la mayoría tras la ampliación) apoyan el protagonismo de Bruselas, que consideran un fiel institucional adecuado en la balanza de poder que les enfrenta a los Estados más poderosos (Alemania, Reino Unido, Francia, Italia España y, en el futuro, Polonia).
El canciller alemán, Gerhard Schröder, y el primer ministro británico, Tony Blair, ya han expresado por carta que 'al acoger a nuevos Estados miembros, ganará importancia el papel de liderazgo del Consejo Europeo'. Los Quince estudiarán en Sevilla (el próximo 21 de junio) 'medidas concretas' para mejorar el funcionamiento del Consejo. La reforma intentará 'aumentar su eficacia y garantizar una mayor trasparencia en el proceso legislativo'.
'Si la intención es desmochar a la Comisión Europea y a su presidente, será una idea muy difícil de tragar', advirtió ayer el presidente de Finlandia, Paavo Lipponen, en rueda de prensa conjunta con Romano Prodi. Bélgica también se ha pronunciado a favor de un incremento de las competencias comunitarias en el terreno de justicia e Interior, relaciones internacionales, política monetaria y presupuestaria. El Gobierno belga también es un partisano de la financiación de la UE a través de un impuesto directo sobre los ciudadanos europeos, idea a la que aludió ayer Prodi. El sistema actual 'oscurece el vínculo entre los impuestos que pagan los europeos y el presupuesto de la UE. Proponemos un sistema (....) que permita de imponer una política impositiva'.
Las reformas más urgentes se abordarán ya en la Cumbre de Sevilla, uno de los últimos encuentros megalómanos entre los líderes de la UE. El secretario general, Javier Solana, propondrá para el futuro una receta minimalista con vistas a reducir a menos de 24 horas estos encuentros. Solana también considera imposible mantener la rotación semestral de las presidencias. El secretario general propone una programación más extensa de trabajo, así como concentrar los 16 Consejos de Ministros sectoriales por áreas de trabajo.
El papel de coordinación se reserva para un nuevo foro de Ministros de Asuntos Europeos que despierta reticencias en muchas cancillerías. En principio, los Estados podrán conferir esa responsabilidad a los ministros de Exteriores, como hasta ahora. Pero la creciente agenda de asuntos internos europeos exige una dedicación poco compatible con otras tareas.