El FMI aprueba el aplazamiento del pago de la deuda argentina
Los miembros del directorio, que representa a los países que contribuyen en el organismo y que aprueban las decisiones de crédito, tenían hasta el martes al mediodía para rechazar una propuesta presentada por la dirección del Fondo a favor del aplazamiento del pago.
"No hubo objeciones, así que pasó", dijo la fuente a Reuters.
La decisión se produjo justo cuando el nuevo ministro de Economía, Roberto Lavagna, está de visita en Washington, donde intenta persuadir al FMI que le preste miles de millones de dólares al país para sacarlo del estancamiento económico.
El director gerente del FMI, Horst Koehler, dijo tras la primera reunión mantenida con Lavagna que el organismo está dispuesto a ayudar a Argentina a encarrilar su vapuleada economía y confirmó la aprobación del aplazamiento del pago de la deuda del país por 136 millones de dólares.
"El FMI continúa absolutamente comprometido a efectuar todos los esfuerzos para ayudar a Argentina a desarrollar un programa sólido, necesario para estabilizar su economía y sentar las bases para retomar el crecimiento", dijo Koehler en un comunicado.
"La tarea se impone, pero puede ser lograda a través de las acciones decisivas del gobierno, con el apoyo de los argentinos. La comunidad internacional está preparada para apoyar estos esfuerzos", agregó.
Argentina, que declaró el incumplimiento del pago de su deuda pública en diciembre del año pasado, por 141.000 millones de dólares, se cuidó mucho de no hacer lo mismo con la deuda contraída con los organismos internacionales de crédito.
Para poder cumplir con los sucesivos vencimientos de pago con las instituciones ha tenido que rascar dinero de sus reservas. El país debe alrededor de 5.000 millones de dólares al FMI sólo este año, de los 15.000 millones que le debe en total.
El gobierno argentino no pierde la esperanza de que el FMI le otorgue nueva ayuda financiera por miles de millones de dólares, en parte justamente para cumplir con los vencimientos y tener una base sobre la que empezar a reconstruir la devastada situación económica.
Un acuerdo con el Fondo también desbloquearía unos fondos cruciales del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo.
La semana pasada, Argentina pagó un vencimiento por 680 millones de dólares al Banco Mundial con un retraso de un mes, lo que aumentó el temor de que el país no pudiera cumplir su calendario de vencimientos.
Si el gobierno argentino no hubiera hecho ese pago, el país no hubiera sido elegible para nuevos préstamos del Banco Mundial.
Lavagna voló a Washington desde Europa, a donde fue para despedirse de su anterior cargo de embajador argentino ante la Unión Europea y organismos internacionales en Ginebra.
Tras la reunión con Koehler, el funcionario argentino tenía previsto cenar con la primera subdirectora gerente del FMI, Anne Krueger, y con el jefe de la misión Anoop Singh.
Además de las entrevistas con la cúpula del Fondo el martes en la tarde, el ministro también tenía previsto entrevistarse con autoridades del Banco Mundial el miércoles.
"Estará aquí mañana con David de Ferranti (vicepresidente para América Latina del Banco Mundial) y el resto del equipo argentino" dijo Chris Neal, portavoz del Banco Mundial.
"Discutirán el programa económico argentino", dijo.
La semana pasada, el FMI alabó el progreso de Argentina en algunas de las reformas que el organismo le ha exigido al país como prerrequisito para un nuevo acuerdo financiero. El Fondo subrayó en particular los cambios realizados a una polémica ley de quiebras.
Las autoridades del FMI reiteraron en varias ocasiones que el gobierno argentino tenía que conseguir una enmienda a esa ley para llegar a un acuerdo, así como la reforma de otra norma, llamada de subversión económica, que disgusta al organismo.
La ley puede ser aplicada por los jueces argentinos para investigar y juzgar a banqueros por presuntas fugas de capitales del país y lavado de dinero.
Sin embargo, a pesar del progreso del país, aún habrá muchos puntos por ajustar en las conversaciones.
Uno de ellos será que si bien el Senado argentino derogó la ley de subversión económica, la Cámara de Diputados aún tiene que votar al respecto.
Además, previamente el martes, el jefe de gabinete argentino, Alfredo Atanasof, dijo que Argentina pedirá al Fondo que flexibilice su requisito de recorte de déficit fiscal para las provincias del país, pero el comunicado del FMI no hizo ninguna mención al respecto.
El Fondo ha pedido al gobierno que las provincias recorten su déficit en un 60 por ciento, algo que dos de los principales distritos, Buenos Aires y Santa Fe, ya han rechazado por considerar que los recorte necesarios para implementar ese plan podrían desestabilizar aún más el precario equilibrio social.
Por último, el FMI también ha instado al gobierno a que presente un plan para levantar el congelamiento de los depósitos bancarios de manera ordenada.
Krueger sugirió anteriormente que esto podría hacerse con la emisión de bonos, pero una versión de esta propuesta ya fue rechazada por el gobierno.