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El Reino Unido, un paraíso para extranjeros ricos

Si gana mucho dinero y quiere pagar menos impuestos, váyase a vivir al Reino Unido... al menos por ahora. Hans Rausing, un multimillonario sueco del sector del envasado, y Charlene de Carvalho, heredera de la cervecera holandesa Heineken, viven en el Reino Unido, al igual que el ejecutivo millonario del sector siderúrgico Laksmi Mittal, nacido en India. Nueve de las 35 personas más ricas del Reino Unido son residentes de nacionalidad extranjera o herederos de fortunas amasadas en otros países, según el diario Sunday Times.

El Reino Unido, líder mundial en la lucha contra el blanqueo de dinero tras los atentados del 11 de septiembre y contra la evasión fiscal en lugares como la isla de Jersey o Gibraltar, es en sí mismo uno de los mayores paraísos fiscales de Europa, según expertos en contabilidad. Puede que esto cambie una vez concluida la revisión de las leyes fiscales que lleva a cabo el ministro de Economía, Gordon Brown.

'Mucha gente con dinero ve a las islas Británicas como un país con ventajas fiscales similares a Jersey', asegura Rowan Bosworth-Davies, ex detective de Scotland Yard. En Estados Unidos y la mayor parte de Europa, los residentes de nacionalidad extranjera tienen que pagar impuestos sobre la renta y las plusvalías, independientemente de dónde hayan ganado el dinero o de dónde residan.

En el Reino Unido es diferente, ya que parte de los 60.000 residentes extranjeros más ricos viven año tras año sin pagar impuestos sobre los ingresos devengados del exterior, con sólo declarar que su lugar de residencia no es el Reino Unido, aunque sean propietarios de una casa o críen allí a sus hijos.

Desde el siglo XIX, los tribunales británicos han permitido a los residentes extranjeros evadir los impuestos sobre los ingresos internacionales y las plusvalías, siempre y cuando mantengan sus lazos con otro país y no introduzcan los ingresos en el Reino Unido, según Derek Jenkins, socio de PricewaterhouseCoopers. Esto podría significar mantener una casa o un empleo en el país natal. Excepto en Estados Unidos, la mayoría de los países no exigen a los expatriados pagar impuestos.

Brown está revisando las ventajas fiscales para los residentes no domiciliados y podría fijar un límite al periodo de tiempo durante el cual pueden disfrutar de estas ventajas. Los cambios podrían 'quitarles las ventajas fiscales a los que se asientan aquí sin aportar nada a la economía', avanzó Jenkins. Brown podría reducir el periodo hasta cinco años, o mantenerlo en los actuales 17, como dispone la ley de los impuestos sobre la herencia, auguran los expertos.

Hasta ahora, tales iniciativas se han visto frustradas por miedo a perjudicar el centro financiero de Londres.

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