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Ataques EEUU

Las dudas sobre lo que Bush sabía antes del 11-S deterioran su autoridad

Tras los ataques del pasado 11 de septiembre no hubo partidos en EE UU. Los demócratas se unieron a los republicanos en su apoyo al presidente y sus esfuerzos antiterroristas. Pero el frente unido se ha roto a seis meses de las elecciones por las críticas desde el partido demócrata de la pobre gestión de los servicios de información del país, máxime cuando en agosto la Casa Blanca recibió un aviso sobre atentados. La reacción del Gobierno evidencia que hasta Bush cree que su credibilidad está en juego.

Cualquier crítica a la Administración Bush por su gestión posterior al 11 de septiembre se consideraba 'antipatriótica'. Pero ahora todo esto ha cambiado. La semana pasada se supo que la CIA preparó un informe a la Casa Blanca en el que se especificaba que Osama Bin Laden y su entorno consideraban la posibilidad de un atentado.

Los demócratas quieren investigar los hechos y saber qué responsabilidades deben depurarse. La asesora de seguridad nacional, Condoleezza Rice y el vicepresidente, Dick Cheney, luchan porque la investigaciones del Congreso sobre el 11 de septiembre sean privadas y el material de estudio siga siendo secreto.

Pero puede ser difícil. La senadora por Nueva York Hillary Clinton se hizo eco de un titular de periódico en el que se aseguraba 'Bush lo sabía'. ¿Que se sabía? y ¿desde cuando?'.

La senadora mostraba su enfado y perplejidad y contra ella se empezaron a disparar las contra críticas de la Casa Blanca y del Partido Republicano, que ya ha acusado a Clinton de romper un debate que desean esté por encima de las cuestiones electorales, a pesar de que sea Bush el que haya capitalizado políticamente el desastre. Las críticas de políticos y familiares de las víctimas han subido de tono, y desde la Casa Blanca se teme que el asunto ya esté erosionando el crédito político amasado por el presidente en su cruzada antiterrorista.

Para mitigar el desgaste, la administración en pleno, salvo Collin Powell, a quien apenas se le ha visto después de su regreso de Israel, ha respondido a todas las críticas y dudas planteadas. No sólo Bush, Rice y Cheney. En una inusual nota de prensa, la primera dama, Laura Bush, expresó su apoyo a su marido.

Coincidiendo con estas revelaciones, fuentes cercanas al FBI y la CIA han filtrado que se han interceptado comunicaciones de miembros de Al Qaeda en las que se habla de un nuevo atentado sobre EE UU. Para añadir verosimilitud a estas charlas ayer se tuvo la supuesta evidencia de que Bin Laden sigue vivo. Un periódico británico recibió un vídeo del terrorista saudí que, se cree, se grabó hace dos meses.

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