El PSOE propone aplicar un tipo fijo del 26% en la reforma del IRPF
Esta propuesta figura en el informe que ha elaborado la comisión de expertos nombrada por el PSOE para presentar una propuesta de reforma del IRPF. Las conclusiones, avanzadas por Cinco Días, han sido enunciadas hoy por el secretario socialista de Política Económica, Jordi Sevilla, y varios de los responsables del estudio.
El informe incluye tres modelos impositivos -a título de ejemplo y no como propuesta, según precisan los expertos-, dos de los cuales son de tipo fijo y otro de tres tramos, que cumplen el requisito básico de garantizar la suficiencia recaudatoria y no perder progresividad.
En los tres modelos las contribuciones de los trabajadores a la Seguridad Social son desgravables de la cuota del impuesto y se fija un mínimo familiar y personal también deducible de la cuota -225.000 pesetas por hogar y 75.000 por persona-.
En los dos ejemplos con tipo fijo -del 27 y del 25%- el nivel de renta a partir del cual actúa el tipo complementario -del 14% y del 15%, respectivamente- es de 5,75 millones de pesetas.
El modelo de varios tramos comienza en el 26,55%, para rentas de hasta 3,75 millones de pesetas, un segundo tipo del 30%, hasta 5,75 millones, y un tercero del 41% a partir de esa cantidad.
Según la simulación incluida en el estudio -elaborada con los datos disponibles, señalan sus responsables-, la recaudación con las tres posibilidades se reduce un máximo del 5% en relación con el actual IRPF y en todos los casos aumenta la progresividad.
Además, los expertos aseguran que cualquiera de los tres modelos sugeridos supone un incremento porcentual de la renta disponible de los contribuyentes de menor renta.
Durante la presentación del informe, Sevilla recordó el compromiso adquirido por su partido de ofrecer una alternativa a la política fiscal del Gobierno, centrada en mejorar la tributación de las rentas del trabajo, aunque suponga que otro tipo de rentas "tengan que pagar algo más".
El catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid, Jesús Ruiz-Huerta, del equipo de expertos, incidió en que la corrección de las desigualdades económicas y sociales no debe llevarse a cabo por medio de deducciones fiscales, sino a través de la política de gasto social.
Por eso, cuestionó la visión clásica según la cual "necesariamente hay que bajar los impuestos" y recordó el riesgo que eso implica para la calidad de los servicios públicos y el mantenimiento del Estado del Bienestar.
Ruiz-Huerta apuntó también la necesidad de recuperar el debate sobre el fraude y la elusión fiscal y, en este sentido, el informe propone, entre otras medidas, aumentar la coordinación entre el Ministerio de Hacienda, la Administración Tributaria, los órganos supervisores del sistema financiero, la Seguridad Social y los registros públicos.
Asimismo, apuesta por una mejora de los procedimientos de investigación y control del fraude y por un nuevo modelo institucional de Agencia Tributaria, que quedaría desligada de la secretaría de Estado de Hacienda.
El ex director del Instituto Nacional de Estadística y profesor de la Universidad Carlos III, Javier Ruiz-Castillo, destacó que el sistema fiscal español, especialmente desde la última reforma del IRPF, favorece a las rentas más altas y disminuye el efecto redistributivo.
Juan Antonio Gimeno, catedrático de Economía Aplicada de la UNED, aludió a la necesidad de simplificar el IRPF, ya que, cuanto más complicado es el impuesto más costoso es, tanto para los ciudadanos como para la Administración, cumplir las obligaciones tributarias.
Gimeno abogó por elevar la neutralidad del impuesto, ya que cada excepción fiscal -en forma de deducciones- supone que el sistema es menos equitativo, y reiteró que las ayudas a determinados colectivos deben llevarse a cabo con la política de gasto.
El inspector de Hacienda Juan Antonio Garde insistió en que la fijación de un tipo fijo no significa que todos los contribuyentes paguen ese tipo, ya que se complementa con otro adicional y con los mínimos personal y familiar.