Napster, al borde de la quiebra tras romper el diálogo con Bertelsmann
Napster está a punto de convertirse en otra aventura fallida en la Red. La empresa cerró ayer sin éxito las conversaciones mantenidas con la multinacional de medios Bertelsmann, que le hubieran llevado a reactivar un servicio que reemplazara su objeto social inicial: el intercambio de música sin coste, algo que fue prohibido el pasado año por un tribunal. La primera consecuencia del cierre de las negociaciones ha sido la renuncia de buena parte de los ejecutivos de la empresa.
El consejero delegado, Konrad Hilbers, el consejero Jonathan Schwartz y, aún pendiente de confirmación final, el director de tecnología y fundador de Napster, Shawn Fanning, han dejado sus puestos. La segunda consecuencia es que a Napster, que necesita liquidez para seguir funcionando y es objeto de demandas por parte de las casas de discos, incluida la de Bertelsmann (BMG), está considerando la suspensión de pagos o la quiebra.
El tono de derrota se podía leer entre las líneas del mensaje enviado por Hilbers a los empleados. A través del correo electrónico, el consejero delegado aseguraba que había llegado a un compromiso con una compañía que permitía mantener el negocio, los activos y la plantilla. Sin embargo, el consejo de administración no había aceptado el pacto, lo que Hilbers criticó. 'Es un error que llevará a la compañía adonde yo no quiero', dijo.
Aunque apenas se conocen oficialmente los detalles del pacto, que ha quedado finalmente en papel mojado, The New York Times aseguraba ayer que hace dos semanas Bertelsmann se habría comprometido a inyectar 16,5 millones de dólares (18 millones de euros) para cancelar deuda a cambio de controlar la empresa. A continuación habría solicitado la suspensión de pagos para reorganizarla.
La oferta fue objetada por dos consejeros que no consiguieron asegurar su inmunidad frente a las demandas. La segunda oferta era menos generosa y finalmente se ha saldado con un no.