Boeing estudia cómo utilizar los zepelines de CargoLifter en su negocio
Cuando se cumplen 50 años del primer vuelo de un avión comercial a reacción, la aeronáutica Boeing parece mirar al pasado en busca de posibles soluciones tecnológicas aplicables a su negocio en el siglo XXI.
El pasado 2 de mayo se celebraba el medio siglo transcurrido desde que en 1952 una aeronave de la British Overseas Airways Corporation despegara de Londres rumbo a Johanesburgo transportando a los primeros pasajeros de un avión a reacción. En medio de tal conmemoración, la compañía estadounidense anunció que había firmado 'una carta de intenciones' con la alemana CargoLifter, una compañía creada a mediados de los años noventa que construye modernos dirigibles utilizables en el transporte de carga pesada.
Dicho documento, firmado por George Muellne, presidente de la división Phantom Works de Boeing -que supervisa y selecciona los proyectos de I+D de la multinacional- y Carl von Gablenz, presidente de CargoLifter, expresa la intención de la aeronáutica de explorar 'potenciales oportunidades de negocio' del uso de los vehículos más ligeros que el aire (LTA, en sus siglas en inglés), que fabrica la empresa alemana, según un comunicado conjunto. Los LTA son globos aerostáticos y dirigibles que hacen las funciones de grúas voladoras, capaces de transportar maquinaria de hasta 160 toneladas de peso.
Las conversaciones entre ambas empresas se iniciaron 'hace un año', según un portavoz de Boeing en España, que especifica un posible uso que haría la aeronáutica de la tecnología de CargoLifter: 'Hace falta una solución para mantener una vigilancia permanente de algunas zonas de seguridad que quizá puedan resolver estos aparatos'.
Elevación en Bolsa
Pese a que el documento firmado entre ambas compañías es tan sólo una declaración de intenciones, el mercado alemán saludó con alborozo el espaldarazo ofrecido por la estadounidense a la empresa de Von Gablenz. Las acciones de CargoLifter subieron el jueves 2 de mayo en la Bolsa alemana un 18%.
Von Gablenz inició una guerra contra el escepticismo que provocaba su proyecto al tiempo que fundaba CargoLifter, en 1994. Por esta razón es tan importante para su compañía el interés reconocido de Boeing.
'Todo el mundo mete su dinero en compañías puntocom que dentro de cinco años se habrán desvanecido en el aire, pero de nosotros se dice que somos un riesgo', decía hace dos años.