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Reunión

El BAD confía en que EE UU impulse la recuperación en Asia

Asia confía en que la recuperación de sus economías llegue este año gracias al tirón de la demanda estadounidense. Así lo expresaron los ministros de Economía y Finanzas reunidos en Shanghai el pasado fin de semana con motivo de la XXXV Convocatoria del Banco Asiático de Desarrollo (BAD), donde apostaron por una mayor cooperación regional.

El año pasado, los países asiáticos dependientes de las exportaciones de productos electrónicos y de tecnologías de la información sufrieron un fuerte revés por la caída de la demanda de EE UU, más retraída aún tras el 11-S. Frente a una media de crecimiento del 7% en 2000, el año pasado ese porcentaje se vio reducido hasta un 3,7%. Este año, sin embargo, el mismo responsable propiciará la recuperación.

'En contraste con la debilidad generalizada de 2001, las noticias económicas han mejorado en 2002 y proveen las bases para un crecimiento más fuerte a medio plazo', dijo el presidente del BAD, Tadao Chino, durante la reunión del organismo internacional en Shanghai.

Aparte de la recuperación de EE UU, que se considera la fuerza mayor que impulsa el crecimiento en Asia, el presidente afirmó que 'la evolución económica en Europa está mejorando y hay signos positivos desde Japón. Estas tendencias contribuyen a mejorar las perspectivas para el Asia en desarrollo'. Dos terceras partes de la pobreza mundial se concentran en esta región.

No obstante, el máximo responsable del banco reconoció que persisten 'varios riesgos. Externamente, incluyen el ritmo de recuperación de la economía global y el nivel de los precios del petróleo. En el frente doméstico, la recuperación sostenida depende de la aplicación de reformas estructurales, particularmente en los sectores empresarial y bancario'.

La reunión, que acogió a unos 3.000 delegados de los 60 países miembros del BAD, además de para analizar las perspectivas de la región, sirvió para estudiar las consecuencias de la entrada de China en la Organización Mundial del Comercio (OMC), aprobada el pasado noviembre en la Cumbre de Doha.

El presidente chino, Jiang Zeming, inauguró la conferencia tratando de tranquilizar los ánimos de sus vecinos, que temen que la nueva condición comercial del gigante asiático les robe inversiones extranjeras y cuota de mercado. 'La entrada de China en la OMC traerá energía nueva y revitalizará el crecimiento de China, de Asia y del mundo', dijo Jiang en el discurso inaugural.

El BAD concedió un nuevo crédito a China de 3.500 millones de dólares (3.850 millones de euros) a tres años para carreteras, escuelas y reducción de la pobreza.

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