La nueva EPA reducirá el paro en unas 300.000 personas
La institución que preside Carmen Alcaide ha hecho pública hoy las series históricas revisadas de la EPA desde 1976 a 2001 de acuerdo a la nueva metodología, que incluye nuevas proyecciones de población, una nueva definición de paro impuesta desde Eurostat y una reponderación de los factores de elevación.
Aplicando dichos cambios al conjunto del pasado año, el paro se reduciría en una media de 340.000 personas, situándose la tasa de desempleo en el 10,5%, mientras que el número de inactivos disminuiría en 84.000 personas.
Por su parte, el número de ocupados crecería en torno a un millón de personas, la población de 16 y más años aumentaría en casi 750.000 personas, y los activos se incrementarían en unos 833.000, lo que elevaría la tasa de actividad en 1,3 puntos, hasta alcanzar el 53,29%.
Atendiendo únicamente al cuarto trimestre de 2001, las modificaciones metodológicas en la EPA habrían arrojado 321.600 parados menos en relación a los datos publicados, frente a un incremento de la población de 16 y más años de 825.400 personas, y una subida de 1,254 millones en el número de ocupados.
Con estos cambios, entre octubre y diciembre del pasado año los inactivos habrían caído en 108.000 personas, mientras que los activos habrían crecido en 932.500 personas.
Búsqueda de empleo
Estas diferencias entre la nueva metodología aplicable a la EPA y los datos que en su momento el INE hizo públicos obedecen a los tres grandes cambios que se van a introducir en esta encuesta: las nuevas proyecciones de población, que pretenden recoger el impacto de la inmigración, la nueva definición de paro, y la reponderación de los factores de elevación.
Estos elementos afectarán de forma distinta a las grandes magnitudes que mide esta encuesta y a las comunidades autónomas. Así, los datos sobre ocupación se verán afectados principalmente por la reponderación y las nuevas proyecciones de población, mientras que el número de parados experimentará un descenso como resultado de la adaptación en la definición de desempleado a los dictados de la Oficina de Estadísticas de la Unión Europea (Eurostat).
Esta definición establece que para ser considerado parado no bastará con estar inscrito o entrar en contacto con una oficina pública de empleo, sino que dicha inscripción o contacto tendrá que haberse realizado en las últimas cuatro semanas (en lugar de los tres meses actuales), y estar relacionado con la búsqueda activa de empleo, y no con la simple renovación administrativa de la demanda. De esta forma, no tendrá la consideración de parado aquella persona que esté cobrando la prestación por desempleo y no busque activamente un puesto de trabajo.
Las cifras de paro que arroje la EPA a partir del primer trimestre de 2002 sólo podrán ser comparables a las de 2001, ya que con anterioridad se desconoce qué porcentaje de la población desempleada buscaba activamente una ocupación. Una pregunta que sí figuró en las encuestas de 2001 pero no en las realizadas antes de esa fecha.
Por el contrario, sí serán comparables el resto de magnitudes recogidas en la encuesta, gracias a las series históricas revisadas de acuerdo a la nueva metodología. Las comunidades autónomas que más se verán afectadas por los cambios en la definición de paro serán las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, y las regiones de Extremadura, Cantabria, Asturias, Andalucía, Aragón y La Rioja.