El abogado de Andersen niega una conspiración para proteger a Enron
Ayer, ante un jurado de 12 personas, hicieron sus declaraciones previas los abogados de Andersen y el Departamento de Justicia. Desde el Gobierno se acusó a la firma de conspirar para obstruir a la justicia con la destrucción de los documentos de Enron. La defensa arguyó que no era una destrucción intencional porque se preservaron otros. 'Sería una conspiración de incompetentes', dijo el abogado de Andersen, Rusty Harding.
El juicio se extenderá al menos tres semanas y ya durante estos primeros pasos procesales la defensa de Andersen ha recibido varios reveses. El último fue la decisión de la juez, Melinda Harmon, que aceptó la petición de la acusación de introducir en este juicio las evidencias de otras acciones de dudosa legalidad de Enron.
Esta estrategia a la que se ha opuesto sin éxito el abogado de Andersen es importante por el caso Waste Management, ya que éste se basó en pruebas obtenidas a través de documentos que la firma no estaba obligada a conservar y, por ello, cambió su política de archivos.
Paralelamente, la firma cerró ayer otro juicio, el que mantenía con los inversores de la Fundación Baptista de Arizona, con un acuerdo de 217 millones de dólares (236,53 millones de euros).
Aunque los juicios contra la propia Enron aún no han comenzado, se van acumulando las pruebas. Ayer el senado hizo público el testimonio del testigo principal de la acusación contra Andersen, David Duncan, ex socio y encargado de la cuenta de Enron. Este testigo asegura que en febrero de 1999 habló con el consejo de Enron y el consejero delegado, Jeff Skillings, sobre la ilegalidad de la contabilidad de la empresa. Esta declaración contradice la de los miembros del consejo que dijeron que habían sido engañados por los gestores.
Además, ayer se hicieron públicos los documentos que muestran cómo Enron manipuló los precios durante la crisis energética de California para sacar provecho de ella.