Las cajas de ahorros tienen ya titulizado el 4,5% de su cartera de créditos hipotecarios
Agencias de riesgo como Moody's aseguran que el despegue de esta fórmula financiera se consolidará en 2002 con el desarrollo de nuevos tipos de títulos de activos.
De las 46 cajas existentes, 32 realizan ya algún tipo de transferencia de activos, de ellas 27 han realizado titulización hipotecaria, 17 titulizan otros activos, en su mayoría préstamos personales y préstamos a pymes, y otras cinco realizan otro tipo de transferencias, según un informe financiero elaborado para estas entidades.
De momento, la titulización hipotecaria es la que crece a mayor ritmo, con tasas en torno al 50% en las cajas y cooperativas, y del 25% en los bancos.
Al finalizar 2001, el conjunto del sector de cajas de ahorros tenía titulizado el 4,5% del crédito hipotecario total concedido, un punto más que al cierre del ejercicio anterior y casi tanto como los bancos.
Hay que tener en cuenta que del volumen total de crédito concedido por las cajas, incluidos los transferidos, casi un 60% es con garantía hipotecaria. Del total, un 2,8% ha sido transferido, y la mayor parte corresponde a activos hipotecarios (el 2,5% del total y el 88,6% sobre el activo transferido).
La titulización se utilizó inicialmente sólo para los créditos hipotecarios. No fue hasta después de 1998, cuando entró en vigor el decreto que abría la posibilidad de titulizar todo tipo de activos cuando esta fórmula empieza a usarse para otros activos.
Entre los préstamos no hipotecarios, la mayoría de los titulizados corresponden a préstamos a pymes.
La titulización es un reflejo más del fenómeno de desintermediación financiera. Se trata de un mecanismo alternativo para la financiación del tejido productivo, aunque de momento tiene un impacto limitado en la financiación de las empresas. Consiste en seleccionar una serie de activos de especial calidad que tienen menor riesgo que el conjunto de activos de la compañía, banco o cajas de ahorros y ofrecérselos a un fondo de titulización, que no es más que el vehículo que emite bonos y obligaciones o papel en general en el mercado y paga aquellos derechos por anticipado.
Al ser titulizados, estos activos causan baja en el balance de las entidades, lo que permite disminuir el coste medio del pasivo y el consumo de recursos propios.