Los mercados apuestan por movimientos inminentes en los bancos medianos

Los mercados apuestan por próximos movimientos de concentración en la banca pequeña y mediana. La fuerte revalorización vivida en las últimas semanas por los títulos de bancos como el Zaragozano, Pastor o Guipuzcoano anuncia que algo se podría estar fraguando en el sector, pero nadie ha desvelado todavía quién, cómo, y cuándo moverá ficha.

Los bancos medianos se preparan para escribir el segundo capítulo de la historia más reciente de la banca española. Todavía con la inercia del proceso vivido por los grandes, donde se ha producido una auténtica revolución que ha afectado a todas las cúpulas directivas, los mercados anuncian ya próximos movimientos entre los medianos.

Fruto de una rumorología premeditada para subir el valor o quizá conversaciones en fases iniciales que no acaban de fraguar, lo cierto es que la evolución en Bolsa de los títulos de bancos como el Zaragozano, Guipuzcoano, o el Pastor reflejan en las últimas semanas que algo se está activando, sin que nadie tenga muy claro quién, cómo y cuándo se moverá ficha.

Hay quinielas para todos los gustos, pero la mayoría de los analistas coincide en que tanto el Banco Popular como el Banco Sabadell siguen siendo los principales interesados en protagonizar una de las esperadas fusiones en el sector.

La operación entre ellos parece ya descartada, después de las conversaciones frustradas, pero ambos podrían dirigir su mirada a entidades más pequeñas o convertirse en objeto de deseo de bancos extranjeros, a pesar de las continuas reivindicaciones de independencia de muchos de estos bancos pequeños.

Desde que iniciara su cotización en Bolsa, el Sabadell no ha negado su deseo de ganar tamaño. La reciente absorción del Banco Herrero, la entidad de ahorros asturiana que adquirió a La Caixa a cambio de dar entrada en su capital a la caja catalana iba en esta dirección. El único argumento en contra de una operación inminente con el Sabadell como protagonista es que chocaría con las declaraciones de sus responsables en el sentido de que quieren que el banco viva 2002 como un año de consolidación.

No hay que olvidar que la entidad catalana se encuentra en plena digestión de la compra del Herrero.

En cuanto al Popular, nadie niega que siga vigente la oferta que lanzó el pasado verano el copresidente, Javier Valls, al resto de la banca mediana. 'Esperamos que alguien nos seduzca', aseguró tras señalar públicamente que su entidad está abierta a compras y alianzas. Ellos mismos fueron motivo de especulaciones respecto a la posibilidad de que el HypoVereinsbank optara por quedarse con el banco. La realidad, sin embargo, se desveló distinta después de que la entidad alemana se haya desprendido de un 4,1% del capital que ha vendido a Allianz.

Pero pese a esta ruptura no cesan las apuestas a favor del coqueteo de algún mediano con entidades extranjeras, ahora que se habla de un escenario europeo y que está más cerca el mercado bancario único.

Hay quien tampoco descarta una concentración entre los pequeños. En medio de los rumores, los portavoces de los bancos aludidos siguen sin desvelar, si es que existe, el secreto. El viernes pasado, el Banco Zaragozano sorprendió con una subida que en algún momento de la sesión llegó al 13,8%.

En esta ocasión, no parece que la escalada tenga que ver la actuación de Ram Bhavnani, el inversor indio que cuenta ya con un 10,2% del banco controlado por los primos Alberto Cortina y Alberto Alcocer y que quiere llegar al 15%.

En otras ocasiones la revalorización de los títulos de este banco se ha debido a compras efectuadas por este inversor, que está a punto de entrar en el consejo.

Hay quien apunta conversaciones entre Zaragozano y Guipuzcoano, un banco en la órbita de las cajas, con la Kutxa pujando por ganar posiciones frente a la BBK en su capital.

Al mismo tiempo, el Banco Pastor participa en negocios conjuntos con el Sabadell, una colaboración que muchos analistas piensan que podría llegar más lejos.

Lo cierto es que el Pastor se erige como uno de los principales candidatos a una operación. Lo justifica el hecho de que la futura ley que regulará el mecenazgo afecta de lleno a la Fundación Pedro Barrié de la Maza, propietaria del 44,36% del Banco Pastor, ya que si la norma entrara en vigor tal y como está prevista, la Fundación Pedro Barrié sólo podría ejercer el derecho de voto sobre el 3% del capital.

Pero lo único cierto es que reina la incertidumbre.

Más cuota de negocio para hacer frente a los grandes

 

 

 

 

 

 

 

 

Los rumores de fusión y concentración entre los bancos medianos han sido una cantinela tradicional en el sector desde que aparecieron en la banca española los dos superbancos. La omnipresencia y poder del BBVA y del Santander Central Hispano obligan a las organizaciones de tamaño medio, según los analistas financieros, a optar por la concentración y la especialización para subsistir. Una supervivencia que muchos dudaban hace escasamente dos años y que ahora parece más viable.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La banca mediana -formada por el Banco Sabadell, Bankinter, el Banco Zaragozano, el Banco Pastor, el Guipuzcoano, más el Banco Atlántico- tiene un peso ligeramente superior al del Popular, el tercer mayor banco de España, que vale 8.700 millones de euros. Ha sido precisamente el Popular la entidad más activa a la hora de proponer operaciones de acercamiento con entidades medianas, que nunca han terminado de cuajar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Es más, las fusiones para ganar tamaño y eficiencia están casi inéditas entre los medianos. Sólo se encuentran dos excepciones, y ambas con el Sabadell como protagonista: la compra y cambio de marca del Natwest, que convirtió en Solbank, su posterior fusión con el banco de Asturias, y la absorción del Banco Herrero, en 2000.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Lo cierto es que la convergencia de los cuatro mayores bancos en el BSCH y el BBVA no sólo no provocó la desaparición de estas entidades, sino que, en su opinión, redujo la competencia en el sector. Y así, la banca mediana ha desplegado una estrategia agresiva de captación de negocio para aprovechar la pasividad de los dos superbancos en el negocio doméstico.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Así, el grupo de entidades de tamaño medio captó durante el año pasado el 20,5% del volumen de nuevo ahorro captado por el sistema financiero español y se han mostrado muy activas en la inversión crediticia, con crecimientos sólo superados por el Banco Popular.