Trabajo volverá a convocar a los sindicatos para salvar la negociación
El ministro de Trabajo, Juan Carlos Aparicio, abrió ayer una nueva posibilidad de salvar la negociación de la reforma del desempleo al anunciar que volverá a convocar a los sindicatos y dejar entrever que el Gobierno negociará absolutamente todo si éstos presentan una propuesta alternativa, lo que en la práctica equivaldría a una retirada de su propuesta. CC OO y UGT mantenían ayer su negativa a discutir sobre el documento del Ejecutivo.
El Gobierno no cesa en su intento de negociar la reforma del desempleo con los sindicatos. Pese a que el lunes CC OO y UGT dieron por roto el diálogo ante la negativa del Ejecutivo a retirar su propuesta inicial de reforma, como premisa imprescindible para empezar a negociar, el ministro de Trabajo, Juan Carlos Aparicio, anunció ayer que la próxima semana volverá a convocar a los sindicatos para 'apurar al máximo las oportunidades y posibilidades', dijo.
Es más, desde Trabajo se asegura que el Ejecutivo está dispuesto a negociar absolutamente todos los temas e incluso a dar marcha atrás en algún punto de su propuesta, siempre y cuando, eso sí, las centrales acudan a esta nueva reunión con una propuesta alternativa.
En opinión de Aparicio, 'mientras no haya una propuesta alternativa sobre la mesa no tiene sentido retirar el documento', de lo que se desprende que Trabajo se plantea retirar el documento o parte de él si los sindicatos se sientan a negociar.
Este llamamiento fue recibido fríamente por las centrales, que aseguraron que mantienen su negativa a negociar la reforma sobre el documento del Gobierno.
El número dos de UGT, Toni Ferrer, aseguró ayer que esta nueva convocatoria es 'puro marketing y estrategia del Gobierno', pero que en realidad no tiene voluntad de negociar porque, entre otras cosas, no utiliza los cauces oficiales para hacer esta convocatoria, sino los medios de comunicación. Por este motivo, Ferrer indicó que UGT no acudirá a dar propuestas alternativas 'porque el Gobierno ya las conoce'. Mientras que el secretario de Acción Sindical de CC OO, Fernando Puig, indicó que su sindicato 'acudirá a todas las reuniones que convoque Trabajo', pero coincidió con UGT en que 'no es tiempo de nuevos documentos'.
CiU consideró ayer innecesario retirar la propuesta del Gobierno, aunque cree que debe ser mejorada. CiU propuso dejar tres meses para que los parados encuentren trabajo antes de obligarlos a aceptar una oferta del Inem e intentará que se extienda el seguro de paro a los autónomos, informa Pilar Abril.
La unidad sindical y el Primero de Mayo
La polémica reforma del sistema de protección por desempleo ha hecho que los sindicatos retomaran la unidad de acción, gravemente dañada desde que CC OO firmó en solitario la última reforma de pensiones con el Ejecutivo en abril de 2001.
Así, los sindicatos afrontan hoy de forma unitaria la celebración del Primero de Mayo, Día Internacional del Trabajo, que tendrá un eslogan común 'Por la mejora de la protección por desempleo, ya' y dos manifiestos distintos de CC OO y UGT.
Igualmente, sigue vigente la incógnita de si alguno de los dos secretarios generales llamará mañana explícitamente a la huelga general. Desde UGT, parece que Cándido Méndez no tiene intención de hacerlo, al entender que no se debe hablar de huelga general hasta que no se convoque oficialmente el próximo 23 de mayo, fecha en la que se reunirán los máximos órganos directivos de ambos sindicatos.
En CC OO se comparte esta estrategia sindical de no hablar de huelga hasta que ésta no se convoque, pero alguna de las fuentes consultadas asegura que el secretario general de CC OO, que hasta ahora ha sido el más reticente a la lógica de la confrontación, podría abandonar esta prudencia y llamar a los trabajadores a la huelga.
El PSOE comparte las críticas a la reforma, pero no respalda explícitamente un paro
R.P.C. Madrid
Los socialistas todavía no se han pronunciado claramente sobre si apoyarán la huelga general en protesta por la reforma del sistema de protección por desempleo, en el caso de que finalmente llegue a convocarse.
El secretario de Economía del PSOE, Jordi Sevilla, recalcó ayer que aunque su partido comparte las críticas sindicales a la 'forma y el contenido' de la propuesta de reforma planteada por el Gobierno, 'la decisión de convocar una huelga general es de los sindicatos y nosotros somos un partido político'. De esta forma, rechazó posicionarse explícitamente sobre si el PSOE apoyaría o no este paro general.
Lo que sí tuvo claro Sevilla es que 'a medida que se va acercando el final de la legislatura van 'cayendo' los argumentos que el Gobierno del PP ha utilizado para justificar una posición de centro reformista. 'Cada vez más parece un gobernante de un partido de derecha clásica, de la de toda la vida: intolerante en las formas y reaccionario en los contenidos', dijo el portavoz socialista.
A esto añadió que las declaraciones del presidente del Gobierno, José María Aznar, respecto a la reforma del desempleo 'no las hubiera realizado ni Margaret Thatcher', ya que, en su opinión, el líder del Ejecutivo 'vino a decir que hoy en España el que está parado es un vago y, encima, yo no voy a pagarle'. Por ello acusó a Aznar de que 'se está quedando como el bastión de la derecha más derecha que hay en estos momentos en Europa', enfatizó.
Sevilla compareció ayer en el Congreso de los Diputados para presentar cuatro proposiciones de ley y una proposición no de ley sobre materias concernientes a las relaciones laborales. Entre estas iniciativas legislativas está la creación de una ley sobre 'responsabilidad social de las empresas', que obligaría a las sociedades cotizadas en Bolsa a presentar anualmente un 'balance social', que junto al contable de cuenta dé la actuación de la empresa en materia de negociación colectiva, beneficios sociales o contratación.
Otra de estas iniciativas exige que, siguiendo una directiva comunitaria que ha vetado España en la UE, se establezca como obligatoria la presencia de al menos dos representantes de los trabajadores en los consejos de administración de empresas de más de 500 trabajadores.