Más apoyo a la actividad exterior de las pymes
La plena entrada en vigor de la unión monetaria y la circulación física del euro nos ha introducido de lleno en un nuevo escenario altamente competitivo en el que nuestro sector tiene como principal reto superar con éxito la ampliación de nuestro mercado natural integrado por 300 millones de consumidores y la ya imparable globalización de la economía mundial. Nos encontramos ante una Europa sin fronteras, ante una creciente interdependencia de las economías a escala mundial y un mundo empresarial inmerso en una profunda transformación debido a los constantes avances tecnológicos (en procesos, en materiales, en productos, en gestión), la feroz competitividad y las exigencias de calidad, servicio, diseño e innovación.
Una realidad cambiante que está obligando a nuestras empresas a seguir una política de continua adaptación a los mercados y a los escenarios que se derivan de la aceleración de las innovaciones tecnológicas y la sociedad de la información. Ante esta situación, es fundamental que las pymes ganemos posiciones en formación, información, desarrollo de I+D, ganar dimensión empresarial, trabajar en clave de cooperación y profundizar en la internacionalización.
Uno de los principales problemas de nuestro sector, que aporta debilidad en el mercado global, es nuestro minifundismo empresarial. Para paliar este gran obstáculo tenemos que hacer un esfuerzo sectorial y apostar por fortalecer nuestros distritos industriales mediante la potenciación de las asociaciones o agrupaciones de empresas pequeñas que favorezcan las alianzas estratégicas. Estas alianzas o agrupaciones de empresas nos permitirá desarrollar proyectos de cooperación para la creación de consorcios para salir al exterior, convenios para formación profesional, alianzas tecnológicas para dotarnos de equipos mejor formados e invertir en investigación, tecnologías y diseño.
En este sentido, uno de los aspectos claves a desarrollar y no parar hasta conseguirlo es potenciar la salida al exterior de las pymes. Debemos aspirar a que todas las pymes tengan los medios necesarios para poder salir al exterior y consolidar su presencia en mercados internacionales.
En este aspecto, además de trabajar sectorialmente en clave de cooperación, es imprescindible articular medidas conjuntas con los organismos públicos creados para tal fin. Me refiero a la necesidad de contar con una política de apoyo sectorial que nos dote de más instrumentos para la internacionalización de nuestras empresas, es decir, necesitamos más financiación pública del Icex. Los empresarios podremos ser más agresivos en el exterior en la medida en que contemos con un firme apoyo de la Administración, que estemos respaldados, mejor asistidos y asesorados en nuestras salidas internacionales.
Sin duda, las acciones de promoción y misiones comerciales son fundamentales, pero tanto o más importante es que las oficinas del Icex en el extranjero puedan ofrecer un servicio de apoyo continuado a las pymes que salen al exterior por primera vez. Máxime cuando la inmensa mayoría de las pymes no cuentan con departamento propio de exterior y cuando todos sabemos que una empresa se convierte en exportadora sólo cuando registra ventas regulares en el exterior.
No podemos olvidar que además de por un buen producto, que el sector madera-mueble lo tiene, el éxito de la actividad exportadora de una empresa viene determinado por el respaldo económico y financiero y, al principio, los gastos a realizar son muy fuertes.
Por lo tanto, es fundamental que se redefinan los instrumentos de apoyo a la actividad exterior de las pymes, apostando por un apoyo fiscal a la internacionalización, así como por una revisión de la posición de España y del made in Spain ante el nuevo marco de relaciones mundial.