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Crisis

El Congreso argentino aprueba una ley para reforzar el 'corralito'

Duhalde se sostiene de manera agónica en el poder. La totalidad de los 24 gobernadores de las provincias decidió sostenerle en el cargo, al igual que los tres grupos parlamentarios que le eligieron en enero en la Asamblea legislativa.

La base del acuerdo ha sido una carta de intenciones de 14 puntos, en la cual gobernadores y presidente se comprometen a seguir la senda dictada por el Fondo Monetario Internacional (FMI). La presión para que Duhalde no saliera del camino emprendido para lograr la asistencia del Fondo fue encabezada por los mandatarios de Córdoba, José Manuel de la Sota, y de Santa Fe, Carlos Reutemann.

Entre los principales puntos, destacan el respeto de los acuerdos internacionales, la reducción de gastos de las provincias, la derogación de la Ley de Quiebras y de Subversión Económica, todos puntos exigidos por el FMI. A cambio, el pacto anuncia que se tratará de instrumentar un tipo de cambio fijo para frenar la inflación y la desestabilización general de la economía argentina.

La respuesta de Washington no se demoró. El secretario del Tesoro, Paul O'Neill, elogió el acuerdo. 'Me complace ver que el presidente de Argentina y todos los gobernadores provinciales han expresado su intención de tomar medidas serias. Esta es una expresión bienvenida de un espíritu de cooperación nacional. Alentamos a que el Gobierno avance en sus contactos cercanos con el FMI', dijo O'Neill. El miércoles, EE UU y el FMI temían una caída del Gobierno o un viraje nacionalista.

Para reforzar las esperanzas de una mejora de la situación, el Congreso aprobó en la mañana de ayer una ley que impide que los ahorradores retiren los depósitos del corralito bancario a menos que cuenten con una sentencia judicial firme. La iniciativa fue aprobada en apenas cinco horas en la Cámara de Diputados, luego de que el Senado la aprobase el miércoles por la noche. El peronismo votó a favor, con 92 votos, frente a 57 negativos de varios partidos y 34 abstenciones de sus aliados de la Unión Cívica Radical (UCR).

En este contexto, el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, opinó que la situación del Gobierno ha mejorado. 'En absoluto se ha licuado el poder al presidente', dijo. El portavoz de Duhalde, Eduardo Amadeo, explicó que el apoyo de los gobernadores le ha dado 'una solidez política enorme para seguir adelante'.

Sin embargo, el Gobierno no espera anunciar el nombre del nuevo ministro de Economía hasta mañana. Amadeo reconoció que 'Duhalde no consiguió un reemplazante [de Jorge Remes Lenicov, ex ministro de Economía] que se adapte a la política establecida por los líderes del peronismo'.

Incumplimiento del pacto

Para confundir aún más este panorama, la provincia de Buenos Aires, también peronista, anunció ayer que emitirá bonos (cuasi-moneda) por un monto de 1.400 millones de pesos (unos 510 millones de dólares), una decisión que va a contramano de las recomendaciones del FMI. Tampoco se adecua a la bajada de impuestos anunciada en el pacto de los 14 puntos otra ley aprobada ayer por el Congreso. La nueva norma extiende el impuesto a los bienes personales a los accionistas de empresas radicadas en Argentina pero que residan en el extranjero.

En este marco de contradicciones, Duhalde parece navegar entre evitar a toda costa la ruptura con el FMI, pero buscando algún margen de maniobra para flotar en la gravísima crisis económica, política y social del país. Así, los dos nombres que más suenan para reemplazar a Remes, quien ha aceptado ser jefe de asesores del presidente, están Guillermo Calvo, el ultraortodoxo economista-jefe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y el peronista Roberto Lavagna, un heterodoxo que es embajador ante la Unión Europea.

La crisis abierta en los últimos días ha acentuado el descontento social. Ayer estaba convocada una manifestación de protesta en Buenos Aires contra el Gobierno y su política económica, que al cierre de esta edición ya había provocado cortes en los accesos por los piqueteros.

La amenaza de la crisis también se extiende. El FMI advierte que Brasil no es inmune a la crisis argentina. 'Aparentemente, Brasil no ha sido contagiado por la crisis argentina, pero eso no quiere decir que esté inmune contra lo que ocurra en ese país o en el resto del mundo', dijo ayer en Brasilia el jefe de la misión del FMI en el país, Lorenzo Pérez. Es la primera vez que el Fondo hace un análisis de este tipo respecto a la mayor economía suramericana.

El SCH, el más afectado por la fuga de depósitos

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El Banco Río, del Grupo Santander, ha sido el más afectado por la retirada de depósitos como consecuencia de las sentencias judiciales que consideraron ilegal el corralito financiero, que mantenía retenidos los ahorros de los argentinos. Según un informe del Banco Central, organismo regulador del sistema financiero argentino, el Banco Río tuvo que hacer frente a 4.831 demandas de amparo, que implicaron la salida de 515,3 millones de pesos (186 millones de euros).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Pero el SCH no fue el único banco español afectado. De la lista publicada, el Banco Francés, del español BBVA, ocupa el quinto puesto de los más afectados. La entidad tuvo que responder a 675 demandas, lo que conllevó la salida de 197,6 millones de pesos (71 millones de dólares). El informe del Banco Central revela que, hasta el miércoles, el conjunto de las entidades que operan en Argentina pagaron 2.477 millones de pesos (895 millones de euros) por los 21.568 recursos de amparo presentados por los ahorradores perjudicados por el corralito.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La pérdida total de depósitos el año pasado en Argentina fue de 9.000 millones de pesos (3.256 millones de euros), lo que provocó la aprobación del llamado corralito, que retenía los ahorros en los bancos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

También las empresas españolas con intereses han salido perjudicadas de la crisis. La agencia Moody's puso ayer en revisión a la baja la calificación de Repsol YPF, y la deuda a largo plazo de Telefónica Argentina cayó un escalón en el rating de la misma agencia.

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