Argentina, un país paralizado y sin reglas
La renuncia del ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov, parece prenunciar el fin de una etapa en la gestión del presidente Eduardo Duhalde. Es de esperar que el Gobierno (...) comprenda que debe acelerar al máximo el diseño y la ejecución de las reformas estructurales que Argentina necesita, no sólo para mejorar sus condiciones de negociación con los organismos financieros internacionales, sino también -y fundamentalmente- porque así lo exige el interés nacional.
Entre esas reformas pendientes hay una que no debería dilatarse más: es la que apunta al saneamiento y la moralización de la vida política, así como a la eliminación de los vicios que enturbian la calidad de la representación institucional. Los graves trastornos que el país está viviendo son consecuencia, en gran medida, de las deficiencias de un sistema político que ha dejado de gozar de la confianza de la ciudadanía (...).
La prolongación indefinida del cierre bancario y la falta de reposición de dinero en los cajeros automáticos (...) han llevado a la población a un estado de indefensión y hasta de angustia ante el que los poderes públicos no pueden ni deben permanecer indiferentes.
Es imprescindible que se encuentre con la mayor urgencia (...) la solución institucional que permita superar el mal trance y avanzar hacia una normalización mínima de los servicios bancarios, que saque al país de la paralización en que repentinamente ha caído (...).
Tienen razón los ahorradores al protestar por el despojo de que han sido víctimas, tienen razón los jueces que hicieron lugar a miles de recursos de amparo aplicando principios jurídicos incontrovertibles y tiene razón el sector bancario cuando reclama una solución.