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Crisis

Argentina estudia volver a un tipo de cambio fijo sin romper con el FMI

La crisis de Argentina se acerca a una situación de desgobierno. Sin embargo, el presidente argentino, Eduardo Duhalde, que convocó nuevamente a su ex ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov, alcanzó un acuerdo con los gobernadores peronistas para un plan económico que incluye un cambio fijo para el peso respecto al dólar, reducción de impuestos al consumo y medidas para salir ordenadamente del corralito financiero. Además abre un paréntesis en la negociación con el FMI hasta probar el plan.

El secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, mientras tanto, aseguraba que se formará rápidamente un nuevo Gobierno ¢federal¢, lo que implica que los gobernadores designarán hombres de su confianza en el gabinete de ministros. Asimismo, comunicaba que el nuevo plan económico será anunciado en las próximas horas, que su eje será un tipo de cambio fijo del peso con el dólar y que no habrá ruptura con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero sí un paréntesis en las negociaciones.

El Congreso, por su parte, parecía dispuesto a aprobar rápidamente una ley que evite la quiebra de los bancos. Pero el debate de Duhalde con los gobernadores peronistas, que controlan 14 de las 24 provincias argentinas, se perfilaban muy complejas y contradictorias. Si bien Fernández negó cualquier posibilidad de convocar a elecciones anticipadas, el presidente está encontrando serios problemas para lograr que los mandatarios de Córdoba, José Manuel de la Sota, y de Santa Fe, Carlos Reutemann, acepten aportar hombres de su confianza para integrar el nuevo gabinete de ministros.

Es que el problema de fondo es cuál será el programa económico que aplicará ese nuevo Gobierno presidido por Duhalde. Hasta el momento y de acuerdo con Fernández, la única voz oficial que se ha hecho escuchar, ¢en un país que está devastado como Argentina es muy difícil suponer que se pueda soportar la flotación (del peso) tan fácilmente¢. Esta falta de acuerdo y de claridad sobre el rumbo a seguir está en la base de esta desesperada convocatoria, sin objeto definido hasta el momento, de Duhalde a Remes, quien el martes abandonó el cargo ante la falta de apoyo político de los gobernadores y del Parlamento.

Con el dólar cotizando a 3,60 pesos tras la devaluación de enero pasado, la idea de Duhalde es anclar el tipo de cambio en valores cercanos a 3,5 pesos. El lunes pasado, el presidente ya había dicho que la petición del Fondo de dejar flotar libremente el peso fue una ¢exigencia equivocada¢.

Crisis y lucha política

Asimismo, las dos Cámaras del Congreso argentino se aprestaban a votar una nueva ley enviada por el Ejecutivo en reemplazo del fracasado Plan Bono. El punto central de la nueva norma es prohibir la retirada de dinero de los depósitos a plazo fijo, hasta que la Corte Suprema de Justicia determine la legalidad de los fallos de los jueces que ordenan a los bancos devolver esas imposiciones. La decisión de la Corte llevaría varios meses y así, mientras tanto, los bancos , cerrados desde el lunes por decisión oficial, podrían reabrir sus puertas la semana próxima sin correr el riesgo de una fuga de dinero que los coloque en situación de quiebra.

El presidente del grupo parlamentario del Senado de la Unión Cívica Radical (UCR), que integra el Gobierno de Duhalde, dijo ayer que el proyecto de ley se trataría rápidamente a partir de ayer por la tarde, pero acusó a sectores peronistas de torpedear al presidente. Y, concretamente, señaló, al igual que otras fuentes políticas, a los gobernadores De la Sota y Reutemann.

Para completar este panorama de desavenencias que impiden estructurar una salida a la crisis que vive Argentina, agravada con la dimisión de Remes Lenicov y el gabinete en pleno, el ex presidente Carlos Menem intenta estructurar una salida en torno a él.

Tras declarar que se debe volver a la convertibilidad de un peso por un dólar, una propuesta inviable en el actual contexto, el ex mandatario afirmó que es necesaria una ¢alianza estratégica con EE UU, que es el país más poderoso del mundo¢. En su residencia de La Rioja, a 800 kilómetros de la capital argentina, se reunió con Adolfo Rodríguez Saá, ex gobernador de San Luis y presidente durante una semana en enero, tras la caída de Fernando de la Rúa.

Del encuentro no trascendió ninguna información precisa, pero fuentes políticas dijeron que ambos políticos intentan imponer un programa y un gabinete de ministros a Duhalde hasta celebrar una convocatoria electoral anticipada.

Protestas

Mientras tanto, el ex ministro Remes explicaba ayer que había dimitido por falta de apoyo político para seguir adelante con el programa acordado con el FMI. ¢No hubo un hecho puntual, no hubo un problema directo con el presidente, pero si la mayoría de los gobernadores se abstiene y desde el Parlamento atacan, uno tiene que comprender que el contexto no es el mejor para conducir la economía de un país en crisis¢, explicó.

En las provincias, donde los funcionarios no cobran sus salarios, en muchos casos desde hace tres meses, se suceden las manifestaciones y protestas. En San Juan, los edificios públicos están tomados por los trabajadores y para mañana se anuncia una importante marcha de parados, ahorradores y asambleas vecinales en Buenos Aires para pedir la renuncia del presidente Duhalde.

Sin embargo, la Confederación General del Trabajo (CGT, línea oficial) anunció que dejaba sin efecto una protesta prevista para el 30 de abril, después de la salida de Remes del Gobierno.

EE UU y la UE insisten en que sin reformas no habrá ayuda

 

 

El secretario del Tesoro de EE UU, Paul O'Neill, admitió ayer que no está claro qué sucederá ahora con Argentina, tras el aparente giro dado por el Gobierno para modificar la política cambiaria. El responsable del Tesoro justificó ante el Congreso estadounidense la renuncia de Remes Lenicov en la falta de apoyo de la clase política argentina a las reformas ineludibles y necesarias que a su juicio necesita la economía suramericana para avanzar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

O'Neill dejó claro el papel que EE UU está dispuesto a desarrollar en la crisis argentina. El secretario del Tesoro expresó su dolor por la crisis social que atraviesa Argentina, pero volvió a insistir en que si no se adopta 'el camino correcto', el país no contará con ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI). 'No va a pagar a alguien que ha estado esperando en vano que de alguna manera se les fuera a rescatar', sentenció.

 

 

 

 

 

 

 

Y esa última advertencia parece que se cumplirá a rajatabla. EE UU está dispuesto a aguantar lo indecible las presiones de los inversores extranjeros en Argentina hasta que el Gobierno suramericano cumpla sus condiciones.

 

 

 

 

 

 

 

También la Unión Europea volvió a exigir un plan de reformas como paso previo para la negociación de ayuda financiera.

 

 

 

 

 

 

 

'En estos momentos, avanzar algo sobre la situación argentina es muy difícil. Todos estamos dispuestos a ayudar en un plan que permita resolver el problema de los argentinos', precisó el comisario de Asuntos Europeos, Pedro Solbes.

 

 

 

 

 

 

 

El comisario insistió en la necesaria 'existencia de un sistema institucional que permita que el plan que se acuerde pueda adoptarse. Y parte del problema que actualmente tenemos es que esa posibilidad no existe'.

 

 

 

 

 

 

 

Las principales diferencias con el FMI pasan, en su opinión, por la discriminación a los inversores extranjeros y la financiación de las provincias.

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