Las empresas españolas repatriaron 5.200 millones desde Argentina antes de la crisis
De los 5.200 millones puestos a salvo del riesgo argentino, aproximadamente la mitad corresponde al pago de dividendos y la otra mitad a la venta de activos. Lo que más llama la atención es el incremento del pago de dividendos. En un ejercicio tan difícil como 2001 se multiplicó por 3,8; con lo que las filiales de las grandes empresas españolas repartieron unos 2.600 millones de euros a sus accionistas españoles.
En cuanto a la venta de activos, que suma otros 2.600 millones de euros, la mayor parte de las operaciones estaban previstas de antemano o forzadas por exigencias regulatorias, pero también recibieron un nuevo impulso con el fin de reducir el riesgo en Argentina ante la inminencia de la crisis.
Repsol YPF, la empresa española con mayor riesgo en Argentina, es a la vez la que más medidas ha tomado para reducirlo. El propio presidente de la compañía, Alfonso Cortina, aludía a ello de modo críptico ante la junta general del pasado domingo, al hacer hincapié en el seguimiento permanente que se ha hecho de la situación del país para tomar cuanto antes 'las medidas necesarias dentro de las restricciones que impone la realidad económica y social de Argentina, a fin de defender los intereses de los accionistas'.
Buena prueba de ello es que el 29 de noviembre, sólo dos días antes de la instauración de restricciones en la disposición de los depósitos (el denominado corralito), 'el directorio [de YPF] aprobó la distribución de un dividendo anticipado de 787 millones de dólares', según consta en la memoria anual de YPF. Esta remuneración a los accionistas (Repsol tiene el 99% de su filial argentina) elevó los dividendos repartidos durante 2001 a 1.652 millones de dólares, frente a 317 millones de 2000, siempre según el informe de auditoría. La compañía rehusó ayer explicar las razones de esta subida, que contrasta con el recorte del 58% del dividendo pagado por la matriz Repsol YPF.
'Preservar el valor'
Pero esa no fue la única medida adoptada por Repsol para 'preservar el valor de la compañía', como ella misma ha señalado a los analistas en una ronda de presentaciones. Junto al dividendo anticipado, en esas presentaciones se destacó la venta del 13,9% de Edenor por 195 millones de dólares, un canje de activos con Petrobras por 500 millones de dólares y otro de reservas de gas por 350 millones.
Por último, YPF formalizó en diciembre de 2001 un contrato de venta de petróleo a largo plazo que permitió cobrar por anticipado 400 millones de dólares.
La segunda empresa que más ha reducido el riesgo en Argentina es Telefónica. La filial de la operadora en el país austral, Telefónica de Argentina, distribuyó el año pasado 300 millones de dólares en dividendos. Además de esta medida, Telefónica redujo su riesgo en Argentina con la venta, en el primer semestre de 2001 y tras un año de negociaciones, de su participación del 35,9% en Cablevisión por 1.000 millones de dólares, lo que le supuso unas plusvalías de 255,92 millones de euros, según la memoria.
Por volumen de desinversiones, Endesa se situaría por detrás de Telefónica con la venta de su capital en Edenor. Esta operación ascendió a 834 millones de euros y estuvo forzada por las exigencias del Gobierno en materia de concentración. La venta generó unas plusvalías netas de 494 millones, según Endesa.
El Santander Central Hispano, por su parte, optó por la vía del dividendo para recuperar fondos de su filial, el Banco Río de la Plata. Multiplicó por más de seis la remuneración a los accionistas con el reparto de dos dividendos más una devolución de capital. El año anterior, el Banco Río de la Plata sólo repartió un dividendo.
En el folleto de la ampliación de capital registrado en la CNMV en diciembre del año pasado, tras describir las medidas para 'limitar el impacto negativo de acontecimientos recientes' en Argentina, el SCH se refería expresamente a 'la repatriación al grupo de 300 millones de euros en el ejercicio' 2001.
El más directo competidor del SCH, el BBVA, también vio crecer los dividendos procedentes de Argentina. El Banco Francés distribuyó 73,37 millones de dólares en dividendos en 2001, un 75% más que el año anterior, de los que 49,9 millones fueron a parar a las arcas del banco español. El crecimiento en la remuneración a los accionistas se debe, según el BBVA, a la mejora de los resultados de su filial. Su participación activa para minimizar el riesgo en Argentina se ha centrado en la cancelación de la oferta de adquisición para hacerse con el 100% del Banco Francés, del que controla el 68%.
La última filial cotizada de una empresa española, Gas Natural Ban, de la que Gas Natural posee un 50,4%, fue la más comedida y se limitó a elevar un 19,09% su dividendo en 2001.
En algunos casos, la premura en el reparto de dividendo y ventas de activos sirvió para esquivar los férreos controles establecidos por el Gobierno argentino sobre el movimiento de capitales. La Ley de Emergencia Pública y Reforma del Régimen Cambiario y sus desarrollos han establecido este año, entre otras medidas, la restricción a la libre disponibilidad de fondos depositados en las instituciones financieras y la necesidad de autorización previa del Banco Central para realizar transferencias al exterior por pagos de capital de préstamos financieros y distribución de dividendos.
Andersen duda de la solvencia de Telefónica Argentina
Las dificultades de las empresas en Argentina se ponen de manifiesto en los informes de los auditores sobre sus cuentas de 2001. El más contundente es el informe de Andersen sobre Telefónica de Argentina (TASA), en el que se señala que 'no se encuentran disponibles líneas de financiación de terceros en montos suficientes para permitir, sumados a los fondos generados internamente, atender los vencimientos de deuda corriente de la sociedad'.
Los auditores apuntan que la matriz española está analizando alternativas de financiación para la filial, incluyendo la posibilidad de préstamos adicionales, pero 'no puede asegurarse el resultado de tales gestiones ni si las restricciones impuestas al giro de divisas al exterior harán posible la cancelación de los pasivos de la sociedad en el curso normal de los negocios y mantener el desenvolvimiento normal de sus operaciones'. La falta de apoyo de sus socios mayoritarios llevó a la suspensión de pagos del principal de la deuda este mes al principal competidor de TASA, Telecom Argentina.
Pese a estas alertas sobre la solvencia, TASA pagó durante 2001 el doble de dividendos que en 2000. El primer desembolso del año pasado se realizó a cargo de los resultados del ejercicio fiscal de 2001 (cerrado en septiembre), mientras que el segundo se contabilizó contra un miniejercicio de tres meses (octubre, noviembre y diciembre), implantado de forma excepcional para cuadrar los plazos con la matriz y en el que TASA arrojó pérdidas de 35 millones de euros. La compañía asegura que este último desembolso se debe más a la regularización de diversos desfases de 2000 (año en que sólo se pagó un dividendo) que al reparto de beneficios entre los inversores.
Telefónica también ha reafirmado su compromiso con Argentina, país en el que lleva desde 1991 y en el que tiene 'vocación de permanencia', en palabras de su presidente.