Aviso francés para la UE
La victoria obtenida por el ultraderechista Jean-Marie Le Pen al lograr su paso a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas, que ha expulsado de la política al socialista Lionel Jospin, plantea riesgos para la construcción europea, con implicaciones inmediatas para la agenda española de la presidencia de la UE y repercusiones a más largo plazo sobre los planteamientos políticos, sociales y económicos de la Unión.
Pese a que se da prácticamente por segura la victoria del neogaullista Jacques Chirac en la segunda vuelta, el 5 de mayo, el importante respaldo logrado el domingo pasado por Le Pen, con más del 17% de los votos, obligará a los responsables políticos franceses a tomar buena nota del descontento social con los partidos tradicionales y las políticas impulsadas desde Bruselas, de cara a las elecciones legislativas que se celebran en junio. Y más porque los candidatos antieuropeístas se hicieron el domingo con más de un tercio de los votos.
El candidato ultraderechista Le Pen ha basado su campaña en el rechazo a Europa y a las políticas liberales y ha defendido la vuelta a las prácticas proteccionistas y al nacionalismo político y económico. Este discurso pone en duda el cumplimiento de los acuerdos alcanzados en Barcelona para la liberalización parcial y progresiva del mercado energético, aceptada ya a regañadientes por políticos más europeístas como Chirac y Jospin. La cumbre de Sevilla, que pondrá punto final en junio a la presidencia española, tiene ahora más difícil un acuerdo sobre la política agrícola para los países de la ampliación, los fondos estructurales o el paquete financiero para los países del Este. Asimismo, las dificultades ya puestas por Francia a la liberalización agrícola, acordada en la reunión de la OMC en Doha, se verán exacerbadas y, junto al proteccionismo comercial impulsado por EE UU, pondrán en entredicho la propia ronda de liberalización del comercio mundial acordada el pasado mes de noviembre.
La campaña para las legislativas francesas de junio será buena ocasión para ver cómo interpretan los partidos el avance de Le Pen. La advertencia puede hacerse extensible a Alemania, que también afronta presidenciales en septiembre. De momento, el candidato conservador, Edmund Stoiber, ha ganado las elecciones en Sajonia-Anhalt, una región golpeada por el paro, con un discurso contrario a la política laboral y social del canciller socialista Gerhard Schröder.