La inflación subió un 0,8% en marzo

Por su parte, la inflación subyacente -sin alimentos no elaborados ni productos energéticos- se situó en el 3,5% en tasa interanual, dos décimas menos que en el mes anterior.

En marzo, los grupos más inflacionistas fueron vestido y calzado con un aumento de sus precios del 2,1%, que se explica por la desaparición de las rebajas. Le siguen ocio y cultura (1,6%) y transporte (1,4%).

En menor medida aumentaron en alimentos y bebidas no alcohólicas (0,5%), medicina y menaje (0,4%), vivienda y otros (0,3%), bebidas alcohólicas y tabacos (0,2%) y enseñanza (0,1%). Sólo bajaron los precios en marzo en comunicaciones (-1,2%).

En tasa interanual, los grupos donde más han subido los precios son hoteles, cafés y restaurantes (5,4%), alimentos y bebidas no alcohólicas, y otros (4,3%), bebidas alcohólicas y tabaco (3,7%), enseñanza (3,6%), ocio y cultura (3,4%), medicina (3,1%), vestido y calzado (2,9%), vivienda (2,3%), menaje (1,9%) y transporte (1,4%). En comunicaciones, la inflación interanual baja un 3%.

Respecto al comportamiento de los grupos especiales en marzo, destaca el incremento de precios de carburantes y combustibles (2,6%) y productos energéticos (1,9%) que, no obstante, acumulan en tasa interanual caídas del -1,6 y -1,2%, respectivamente.

Los precios de los servicios (sin alquileres) subieron un 0,7%, y un 0,3% los de los bienes de consumo duradero. También crecieron los precios de los alimentos: los elaborados, un 0,4%, y los no elaborados, un 0,7%.

Entre el índice nacional de rúbricas, destacó el fuerte incremento de los precios del turismo y la hostelería (1,7%), dentro del cual el viaje organizado creció un 8,7%, y los hoteles y otros alojamientos, un 3,1%.

Además, los precios de carburantes y lubricantes aumentaron un 3,4%; los de prendas de vestir, un 2,1%; y, dentro de los alimentos, legumbres y hortalizas (3,8%), patatas (3,5%), carne de ave, aceites y grasas, y crustáceos y moluscos (2%), y frutas frescas (0,8%).

Por el contrario, bajaron los precios de la carne de ovino (-4,7%), pescado fresco y congelado (-1,7%) y el servicio telefónico (-1,3 %).

En marzo, los precios subieron en todas las comunidades autónomas, con Ceuta y Melilla a la cabeza (1,3%), seguida de Navarra (1,1%), Comunidad Valenciana y País Vasco (1%), Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha y Murcia (0,9%).

En la media nacional (0,8%) estuvieron las comunidades de Asturias, Cantabria, Castilla y León, Cataluña, Extremadura y Galicia, y el resto estuvieron por debajo: 0,7% en Baleares, Canarias y La Rioja, y un 0,6% en Madrid.

En tasa interanual, la mayor subida se registra en La Rioja, Baleares y Galicia (3,6%), seguida de Navarra y País Vasco (3,5%), Asturias (3,4%), Aragón (3,2%), Andalucía, Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana y Madrid (3,1%), Ceuta y Melilla (3%), Cantabria y Castilla-La Mancha (2,9%), Murcia (2,7%) y Canarias (2,3%).

Por otra parte el secretario de Estado de Economía, Energía y de la Pyme, José Folgado, calificó el dato de inflación como positivo y subrayó la reducción del diferencial de precios con la media de la zona euro, hasta 0,7 puntos.

Folgado justificó parte de esta subida al hecho de que la Semana Santa se celebrara en marzo, por el alza de precios registrado en los viajes organizados y los hoteles y restaurantes.

El secretario de Estado destacó la favorable evolución de los precios de los alimentos no elaborados, bienes industriales no energéticos y el componente de comunicación.

También valoró la tendencia a la moderación de la inflación subyacente, que creció en marzo el 0,7% y se colocó en el 3,5% interanual, frente al 3,7% de febrero.

Folgado apuntó, asimismo, a las presiones alcistas que están registrando los precios energéticos debido a la coyuntura internacional, pero añadió que, en este momento, no se pueden sacar conclusiones sobre cómo evolucionarán en los próximos meses.

El secretario de Estado explicó que las ganancias de competitividad de la economía española tienen que basarse en aumentar la flexibilidad, la competencia y la productividad.

CECU afirma que el dato de marzo indica la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores de casi un punto

La Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU) considera que el dato de inflación del mes de marzo resulta "especialmente inquietante" y confirma que la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores durante los tres primeros meses del año se acerca a un punto.

La CECU considera que este dato es, entre otras cosas, consecuencia de los "altibajos y contradicciones" que marcan la política del Gobierno, "que lejos de introducir la competencia en la economía, parece afianzar en posiciones de dominio a los sectores tradicionalmente dominantes".

Además, cree que la Administración no ha tratado adecuadamente los efectos inflacionistas del euro, y señala que ni el cambio en los métodos de cálculo del IPC, ni la introducción de las rebajas pueden hacer ignorar que la economía española es "menos competitiva y que los consumidores pierden capacidad de renta".

Por ello, la CECU pide al Gobierno que tome las medidas adecuadas para que los consumidores puedan, a través de una libre competencia real, inlfuir sobre los precios.

Informe del BCE: La inflación europea, por encima de las previsiones

 

El BCE estima que el nivel actual de inflación está por encima de las previssiones, debido en parte a la subida de los precios del petróleo, que podría repercutir sobre la evolución de la inflación en el resto del año y constituir un factor de incertidumbre para el crecimiento económico, según se recoge en su informe mensual de abril. El BCE mantiene su previsión de que la tasa de inflación se situará por debajo del umbral de estabilidad del 2% en los próximos meses, aunque reconoce que "el descenso podría ser menos pronunciado de lo previsto y durante el curso de este año podría sobrepasar ligeramente el nivel esperado con anterioridad". En cuanto a las previsiones a largo plazo, el informe señala que las perspectivas de inflación dependen fundamentalmente de la moderación salarial, por lo que el BCE revela su preocupación por las negociaciones salariales en curso.