Argumentos como papel de fumar
La mayor parte de los analistas estadounidenses niegan la mayor y siguen empeñados en mantener las valoraciones de Wall Street en niveles históricamente altos. Se trata, a la postre, de que la maquinaria de hacer corretajes no se pare, que ése es, desde siempre, su negocio.
Este empeño, que es pura propaganda, trastorna a numerosos entendidos, porque gracias a este ánimo sabemos ahora, por ejemplo, que la recesión que tanto se cacareó nunca existió. Es decir, que los mercados se han equivocado, de ser cierto lo que se publica en los últimos días respecto al estado de salud de la mayor economía del mundo.
Es curioso atender, asimismo, el argumentario que utilizan los expertos para apostar por alzas sostenidas de aquellas Bolsas. El último es como el papel de fumar, muy frágil y transparente.
Dicen los expertos de Wall Street que el hecho de que el Dow Jones haya aguantado el tipo en las últimas horas, también el tecnológico Nasdaq, ha sido por el alza de los precios del petróleo. Esta subida, argumentan, frenará en parte del crecimiento económico y la Reserva Federal no subirá los tipos de interés, con lo que los flujos de dinero estarán condenados a entrar en el mercado de acciones.
Nada se dice, mientras tanto, de los peligros inflacionistas que entraña la subida del precio del barril del petróleo y del impacto negativo en las economías de las familia, que contarán con menos recursos para consumir y, con ello, no alegrarán las cuentas de resultados de las empresas.
Los intermediarios estadounidenses siguen, por tanto, confiados y alegres. Pasan las páginas negras, además, con mucha rapidez. Pronto el caso Enron, por citar uno, quedará en el olvido. En el mercado español, mientras tanto, el asunto de las cuentas ocultas del BBVA sólo acaba de comenzar.