El número de ocupados creció en más de 2.700.000 personas entre 1995 y 2001
El mercado laboral español ha experimentado en los últimos años una elevada creación de empleo, ya que en el período comprendido entre 1995 y 2001 la ocupación ha crecido en 2.724.200 efectivos, según la Encuesta de Población Activa, con lo que la tasa media de crecimiento anual se sitúa en un 3,4%.
El Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales informa en un comunicado que otro dato que demuestra "la favorable evolución del mercado laboral" es el de afiliación a la Seguridad Social que, en dicho período, ha aumentado en 3.448.000 nuevos afiliados.
Este crecimiento de empleo, según la nota, ha permitido un aumento de 10,8 puntos en la tasa de ocupación de la población española comprendida entre los 16 y los 64 años, al pasar de 46,9% a 57,7% en 2001.
Por sexo el reparto es muy similar, si bien con un ligero aumento a favor de las mujeres, que han ocupado 1.406.200 puestos de trabajo, frente a 1.318.100 ocupados por hombres. Las tasas de ocupación son prácticamente idénticas, 10,8% de hombres y 10,9% de mujeres. Sin embargo, la población femenina ocupada se ha incrementado en un 33,3% entre los años 1995 y 2001 frente a un 16,6% de los hombres.
En relación con el resto de Europa, durante el período de referencia, España ha sido, después de Irlanda, el país con un crecimiento más alto (Irlanda creció 10,7 puntos, España 8,8, y los Países Bajos, 8,7), mientras que el incremento en el resto de países, se sitúa ya a gran distancia.
Por lo que respecta a la evolución del paro, en los últimos seis años, el número de parados ha descendido en 1.365.900, es decir un 38%, en el conjunto del período, según la Encuesta de Población activa, lo que supone una reducción anual de un 6,4%.
La tasa de paro española se redujo entre 1995 y 2001 en 10 puntos, mientras que la media de descenso en el resto de los países de la Unión fue de 2,9 puntos. En 1995 la tasa de paro española se situaba en el 22,9%, es decir más del doble que la europea, que estaba en el 10,7%, mientras que en 2001 la tasa de paro española, 12,9%, se encontraba sólo 5 puntos por encima de la media europea, que era un 7,8%.
Durante el período de referencia el número de asalariados con contrato indefinido ha crecido en 2.217.500, mientras que los que actualmente tienen contrato temporal son 655.400 más que en 1995, lo que significa que el 77,4% de los nuevos asalariados han accedido al mercado laboral con contrato indefinido y la tasa de temporalidad se ha reducido del 34,5% en 1995 al 31,7% en 2001.
Así, mientras que en 1995 se realizaron 367.047 contratos indefinidos, en 1998 se llegó al millón, para alcanzar la cifra de 1,3 millones en 2001.
El dato de reducción de temporalidad es específicamente significativo si se enmarca en el entorno de la Unión Europea, ya que sólo cinco países lo han conseguido, Irlanda, España, Dinamarca, Finlandia y Reino Unido.
En cuanto a la tasa de actividad de la población entre 15 y 64 años, según los últimos datos disponibles de Eurostat del año 2000, dice la nota, España se encuentra cinco puntos por debajo de la media europea, ya que la de nuestro país se situaba en el 64 por ciento y la del conjunto de la Unión en el 69%. En la actualidad, la española es ya del 66%.
La diferencia entre la tasa europea y la español, se debe casi exclusivamente al elevado porcentaje de la tasa de actividad femenina en nuestro país, ya que mientras la masculina está a menos de un punto (77,4% en España y 78,1% en Europa), la de las mujeres se incrementa en 9,1 puntos (50,8% en España y 59,9% en Europa).
Por grupos de edad, de 25 a 54 años, los hombres tienen una participación muy elevada, con niveles cercanos al 90%, mientras que, a partir de los 55 años y, sobre todo de los 60, la participación desciende como consecuencia, fundamentalmente, de las reestructuraciones de plantillas.
Aunque las mujeres en todos los tramos de edad tienen tasas de actividad mas bajas que los hombres, las diferencias van aumentando según se eleva el grupo de edad. Mayor acercamiento entre los 16 y 28 años y mayor separación entre los 50 y los 60 años.
La comparación entre los niveles españoles y europeos por grandes tramos de edad muestra que mientras entre los hombres de 25 y 49 años la participación laboral tiene un nivel muy elevado, casi del 94%, y muy similar entre España y Europa, entre las mujeres de esta edad, la tasa española (66,2%) es más baja que la europea (74%) y, a su vez, mucho más baja la masculina.