El BCE mantiene sin cambios los tipos de interés pese al peligro inflacionista
El Banco Central Europeo (BCE) mantuvo ayer sin cambios los tipos de interés oficiales, que están en el 3,25%, a pesar de las señales de peligro en el frente inflacionista. El presidente del banco, Wim Duisenberg, sigue viendo el futuro económico con optimismo y confía en que la zona euro cierre el año con la inflación en torno al 2%. Sin embargo, reconoce que le preocupan el encarecimiento del petróleo, impulsado por la crisis de Oriente Próximo, y las demandas salariales.
Duisenberg considera 'apropiados' los actuales tipos de interés para garantizar 'el mantenimiento de la estabilidad de precios', que es el mandato esencial del Banco Central Europeo. Sin embargo, ayer avisó que 'si persiste la reciente subida de los precios del crudo, que ha sido significativa, entonces existen riesgos obvios tanto en materia de inflación como de crecimiento'.
El precio del barril de crudo ha subido un 38% en lo que va de año y alcanzó a primeros de semana los 28 dólares, el nivel más alto en seis meses, debido al recrudecimiento de la crisis en Oriente Próximo.
Un encarecimiento que, según reconoció ayer Duisenberg, ya empieza a dejarse notar en los índices de precios europeos, que están por encima de los niveles previstos.
Por lo pronto, el índice de precios armonizado de la zona euro subió en el mes de marzo del 2,4% al 2,5% (más de lo previsto inicialmente), según los datos provisionales publicados por la agencia Eurostat. Y los precios de los productos energéticos aumentaron un 0,4% en dicho mes.
El petróleo fue, precisamente, lo que disparó la inflación europea hace exactamente un año, poniendo en serias dificultades al BCE. En mayo de 2001, el barril de crudo superó los 30 dólares y el IPC europeo alcanzó entonces un pico del 3,4%.
El presidente del BCE sigue preocupado, además, por las demandas salariales de los sindicatos europeos. Sobre todo en países como Alemania y Francia, que afrontan este año importantes citas electorales.
Duisemberg reiteró ayer que la estabilidad de precios en Europa depende, sobre todo, 'de la moderación salarial'. 'Esta moderación, añadió, no sólo es importante para contener los riesgos para la estabilidad de los precios, sino también para fomentar el crecimiento del empleo'.
Masa monetaria
En cuanto al fuerte crecimiento de la masa monetaria en circulación M3, el banquero dijo que no supone por ahora un riesgo inflacionista y que responde a la preferencia de los inversores por posiciones más líquidas como consecuencia de la inestabilidad económica internacional.
A pesar de estos peligros, Duisenberg todavía confía en que la tormenta amaine y los precios bajen al nivel del 2% fijado como objetivo por las autoridades europeas de aquí a fin de año. El banquero mantiene, además, el optimismo en materia de crecimiento.
'La información recibida en las últimas semanas', señaló ayer, 'refuerzan las expectativas de recuperación a lo largo del año'. Y el crecimiento del PIB en la zona euro 'debería estar en línea con el potencial de crecimiento (del 2% al 2,5%) a finales' del ejercicio, añadió.
Entre los signos más alentadores publicados en estos días están el repunte en los índices de confianza de industrias y consumidores, tanto en la zona euro como en el conjunto de la Unión Europea (aunque en España bajó la confianza de los consumidores).
Ayer se publicó, además, el mejor índice de actividad y confianza del sector de servicios de los últimos 19 meses. La subida de marzo fue la tercera consecutiva en este indicador. Y el dato es clave, sobre todo si se tiene en cuenta que los servicios representan dos tercios de la actividad económica de la zona euro.
Mucho más decepcionante resultó el índice de producción industrial correspondiente al mes de enero, que se mantuvo sin cambios (la variación anual fue de un 3,2% negativo), en contraste con el aumento del 0,3% previsto por muchos economistas. Sin embargo, el dato de ventas al por menor de la zona euro subió un 0,6% mensual.
En los mercados, los inversores respondieron a la nueva tanda de indicadores y al discurso de Duisenberg impulsando la cotización del euro, que llegó a cotizar momentáneamente a 0,8855 centavos de dólar.
En Reino Unido, el Banco de Inglaterra también decidió ayer mantener sin cambios sus tipos de interés oficiales, que están en el 4%, el nivel más bajo de los últimos 38 años.
Los economistas de los grandes bancos de inversión están convencidos de que los próximos movimientos de tipos en Europa serán al alza. Sin embargo, la mayoría cree que el BCE esperará hasta el verano antes de mover ficha.
Enfrentados con una recuperación económica aún incipiente y un repunte de precios todavía moderado, los miembros del consejo del BCE probablemente adoptarán la posición de esperar y ver qué pasa antes que arriesgarse a mover tipos demasiado pronto y poner en peligro la reactivación.
El Ecofin decidirá la semana próxima sobre el sustituto de Noyer
El secretario general de Política Económica y Defensa de la Competencia, Luis de Guindos, confirmó ayer que los ministros de Economía y Finanzas de la UE decidirán en su reunión de Oviedo (prevista para los días 12 a 14 de abril) quién será el sustituto del vicepresidente del BCE, Christian Noyer.
Los principales candidatos hasta este momento son el gobernador del Banco de Grecia, Lucas Papademos, y el académico y político belga Paul de Grauwe. La decisión que se adopte en Oviedo deberá pasar por el Consejo de Asuntos Generales, el Parlamento Europeo y el consejo de gobierno del BCE antes de ser hecha definitiva en el Consejo Europeo que se celebrará en junio en Sevilla.
Sigue pendiente, además, la elección de sustituto para el presidente del BCE, Wim Duisenberg, que piensa abandonar el cargo en julio de 2003. Y el propio Noyer declaró hace unos días que 'en teoría', él mismo podría sucederle.
Un acuerdo no escrito entre Francia y Alemania establece que Duisenberg deberá ser relevado por un francés, y el candidato que más se barajaba era el actual gobernador del Banco de Francia, Jean-Claude Trichet. Sin embargo, Trichet está siendo investigado por algunas actuaciones en Crédit Lyonnais cuando estuvo al frente del Tesoro, y eso ha hecho que su candidatura empiece a verse cuestionada.
El Ecofin debatirá también otros asuntos, como la actual coyuntura económica y, a petición de Francia, el buen gobierno de las empresas, un tema que se ha convertido en prioritario tras el caso Enron. Luis de Guindos expresó su confianza en que de la reunión de Oviedo pueda salir la creación de un comité de sabios, que quedaría constituido formalmente en el Ecofin de mayo y que debería emitir un informe antes de finalizar el año sobre el buen funcionamiento del gobierno de las empresas, en cumplimiento de lo acordado en el Consejo de Barcelona.