La opamanía se instala en un mercado sin otros alicientes
Con la tendencia bursátil a corto incierta, con los grandes valores amenazados por Argentina y con una recuperación que es más idea que realidad, la Bolsa española tiene una escasez de alicientes que bien ha reflejado el volumen de negocio desde que empezó el año. Contra el aburrimiento, nada mejor que la opamanía. Enaco y el sector autopistas han abierto la veda, y la banca mediana va a la zaga.
Dos valores de tercera fila en el mercado español, como son Iberpistas y Enaco, han dominado la actualidad bursátil de las últimas semanas. Han subido un 63,5% en tres semanas (Enaco) y un 25,75 en cinco semanas (Iberpistas). La especulación es la tendencia dominante entre inversores particulares e institucionales, y sectores como la banca mediana han recogido el testigo de autopistas y supermercados.
Este movimiento es consecuencia directa del momento bursátil. Dos años de crisis han castigado mucho las valoraciones. Los valores pequeños, además, han aprovechado el rebote menos que los grandes. En la operación de compra de Enaco se paga un PER 2002 de 42 veces, y en la de Iberpistas, de 28. Eso después de las fuertes subidas registradas tras conocerse las opas.
Cuando todavía no se había aclarado el futuro de Iberpistas, el mercado trató de adivinar la siguiente operación. El papel de opable le tocó en suerte a Banco Zaragozano, que cerró ayer con una caída del 0,09% pero acumula un alza en dos semanas del 17%. El mercado cotiza con estos ascensos la posibilidad de que una entidad extranjera entre. Otras entidades medianas como Sabadell también acumulan en el año revalorizaciones del 30% (Zaragozano sube el 29%) gracias a expectativas de opa,
Otros valores, aunque no han registrado un comportamiento tan transparente como el Zaragozano, sí se han visto beneficiados por la opamanía. Es el caso de Sos Cuétara, que sin movimientos espectaculares ha subido el 36,52% en el año, o de Ferrovial, con un 29,51% en 2002. De la constructora se espera algún golpe de mano próximamente, vista la frenética actividad que desarrolla su principal rival Dragados.
Hay valores, paralelamente, que han hecho de las expectativas de opa un modo de vida. Adolfo Domínguez es un ejemplo. Cuando empezaron a marchar mal las cosas, hace ya varios años, la empresa cayó en barrena. Desde entonces se viene rumiando una operación de compra para aprovechar los precios bajos, pero la única que llegó, procedente de Cortefiel, fue rechazada. Ahora, las especulaciones de opa arrecian de nuevo y ayer subió el 5,7%
El caso de Altadis
Altadis es otra compañía donde los rumores son recurrentes. La evolución bursátil de la empresa, negativa a pesar de que ganó tamaño con la adquisición de Seita, es bajista. Se ha hablado en numerosas ocasiones de una opa, preferentemente de BAT.
En cualquier caso, pocas veces estas operaciones se cantan con tanta antelación. Pero los valores suben, bien por rumores, bien porque el inversor se juega el dinero a la espera de que pase algo, sin saber qué concretamente. Es lo que ocurre, por ejemplo, en la banca mediana. La Bolsa hace sonar campanas, pero no se sabe de qué.