Forrester predice una alta concentración en la banca online española
La capacidad de la banca online para generar ingresos ha demostrado ser bastante limitada. El banco en Internet del SCH, Patagon, perdió 16 millones de euros en el ejercicio 2001. Uno-e, de BBVA, obtuvo 35 millones de euros de pérdidas, pese a contar con 95.000 clientes.
Aún así, un nuevo operador en el mercado bancario español en la red, Inversis, comenzará a operar esta primavera para atraerse el 12% -unos 4,1 millones- de la población adulta española, la que usa los servicios de la banca por Internet.
Según la consultora Forrester Research, la aparición de nuevos competidores va a provocar una concentración en el sector.
Para la firma, el problema de este incipiente mercado es muy sencillo: los bancos en Internet del mercado español no están lo suficientemente diferenciados; se copian unos a otros, intentando ofrecer todas las opciones posibles a todo tipo de clientes.
Proyectos demasiados ambiciosos -como Patagon y Uno-e-, inversiones más caras de lo presupuestado y una realidad incontestable: los bancos virtuales no pueden, al menos de momento, competir con en precios con las oficinas físicas tradicionales.
Cuatro firmas se sitúan a la cabeza de este mercado: Bankinter, que ha hecho que migre a su negocio virtual más de un tercio de su clientela, y BBVA, SCH y Banco Popular que consiguieron duplicar su número de clientes en la red hasta alcanzar los 1,8 millones en diciembre de 2001, según Charlotte Hamilton, analista de Forrester.
Pero no son los únicos que han apostado por este canal. El resto de operadores del mercado español pertenecen a entidades financieras extranjeras, como ING Direct, que consiguió más de 400.000 clientes desde mayo de 1999.
Y entre los recién llegados, dos bancos virtuales que aparecieron durante el año pasado: Activo Bank -de Banco Sabadell y Banco Comercial Portugués- y evolvebank.com -del inglés Lloyds TSB-, que sólo tenía 15.000 usuarios a mediados de ese año.
Demasiados jugadores y pocos ingresos. A la vista de esta coyuntura desfavorable, los bancos vituales se han visto obligados a recortar gastos y plantilla para conseguir la ansiada rentabilidad.
Tampoco el Banco de España, la autoridad monetaria por excelencia, esconde su disgusto sobre el estado de salud de estas nuevas entidades financieras. El organismo ha dado un toque de atención a las operadoras de este mercado, especialmente en lo que se refiere a la dificultad que muestran para cubrir los gastos de explotación, conseguir clientes o cumplir sus objetivos.