Las elecciones argelinas dejan en el aire la liberalización energética
La convocatoria de elecciones legislativas en Argelia para el próximo 30 de mayo ha sembrado cierta inquietud entre los inversores, que confiaban en la inminente privatización del monopolio energético Sonatrach y la puesta en marcha de la tercera ronda de liberalización e inversión energética en el país norteafricano.
Argelia afronta en mayo unas difíciles elecciones legislativas, en las que el ilegalizado Frente Islámico de Salvación (FIS) tiene vetada su participación desde 1992 pese a contar con un respaldo mayoritario entre la población. A ello se une la creciente revuelta popular bereber en la Cabilia, que ha intensificado el estado de excepción impuesto por el presidente, Abdelaziz Buteflika, con la represión de todo tipo de manifestaciones.
Crecen las revueltas
Los líderes bereberes y los representantes del opositor Frente de Fuerzas Socialistas (FFS) ya han pedido a la población el boicot de las elecciones de mayo y la prensa se hace eco a diario de un incremento de la violencia conforme se aproxima la fecha electoral.
Este escenario genera fuertes incertidumbres sobre el grado de limpieza de los comicios y la posibilidad de un nuevo estallido social antes y después de los mismos. Y con ello, el calendario de reformas previsto por el Gobierno queda en el aire.
El Ejecutivo argelino tenía previsto aprobar en mayo la nueva ley de hidrocarburos, que recoge la eliminación de los obstáculos para privatizar el gigante estatal energético Sonatrach, la liberalización del gasoducto y nuevos incentivos a la inversión extranjera con el fin de aumentar la capacidad de Argelia para producir más crudo.
La ley también incluye la liberalización del mercado eléctrico, que ya fue aprobada en febrero, pero que necesita su ratificación a través de esta ley.
Con la legislación ya aprobada, el Gobierno pensaba sacar a concurso una nueva ronda de licencias para la exploración petrolífera y gasística a finales de junio. Con ese fin, el ministro de Energía y Minas, Chakib Khelil, convocó la semana pasada a un numeroso grupo de potenciales inversores en Londres, según informó Reuters, que ahora se verán condicionados por el resultado electoral.
De los comicios de mayo también depende la marcha de las negociaciones para el acceso de Argelia a la Organización Mundial del Comercio (OMC), retomadas finalmente este mes de marzo tras la suspensión de las misma en 1998.