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Sector exterior

EE UU descarta una solución rápida para los cítricos

La reforma del protocolo bilateral de exportación, condición ineludible para que Estados Unidos levante el veto a la importación de los cítricos españoles, no llegará a tiempo para salvar la próxima campaña.

El director del servicio de protección del Departamento de Agricultura estadounidense, Richard Dunkle, que mantuvo ayer un encuentro con un reducido grupo de periodistas españoles en la sede de la Embajada de EE UU en Madrid, dejaba pocas dudas sobre la inevitable pérdida de la temporada de exportación que debería iniciarse en octubre próximo y descartaba prácticamente que el nuevo protocolo pudiera estar en vigor antes de abril, fecha límite para que los productores españoles cumplan con las condiciones exigidas.

La complejidad de los trámites burocráticos que exigen -evaluar el riesgo, someter las reformas a un periodo de información pública, una revisión de las propuestas por los organismos federales implicados y la publicación en el Registro Federal (equivalente al BOE)- fue el argumento utilizado por el responsable norteamericano para justificar la demora.

Un largo proceso que, sin embargo, no impidió a Richard Dunkle asegurar que su Gobierno 'mantiene la prioridad' dada a la resolución de este conflicto para abrir el mercado en cuanto sea posible. 'Nos gustaría que fuera para la próxima campaña, pero puede que no sea así', apostilló.

La visita del alto funcionario norteamericano a Madrid forma parte de la gira que realiza, junto a un grupo de especialistas del Departamento de Agricultura, para explicar a las Administraciones europeas el procedimiento regulador y el sistema de seguridad alimenticia de los Estados Unidos, y antecede a la reunión que mantendrán los días 3 y 4 de abril en Washington con los responsables españoles para perfilar el nuevo protocolo bilateral.

Aunque aseguró desconocer las objeciones españolas al borrador de protocolo remitido desde Washington, Richard Dunkle sí advirtió que las reformas 'van a exigir cambios importantes' a los exportadores españoles, entre los que avanzó las exigencias de introducir medidas en los campos para erradicar la mosca del Mediterráneo; normas en las plantas de empaquetado para tomar muestras de los embarques; aplicar un sistema de trazabilidad para detectar con rapidez el origen del problema, e implementar los tratamientos de frío norteamericanos en los barcos, con una duración mínima de dos días.

También adelantó Dunkle que las nueva reglamentación afectará, en principio, sólo a los cítricos españoles, algo que Madrid considera inaceptable. 'Las medidas las tomamos siempre en función del riesgo planteado y los análisis indican que el problema se detecta únicamente en marcas y envíos españoles', argumentó.

Con igual rotundidad negó que su Gobierno estuviera utilizando las normas fitosanitarias como barreras comerciales encubiertas y apuntó que EE UU mantendrá las negociaciones bilaterales con España, al margen de las denuncias de la UE ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).

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