Los accionistas de HP votan la fusión con Compaq en una junta agónica
Nadie se atrevió a apostar antes de la junta de Hewlett-Packard (HP) reunida ayer para votar la compra de Compaq. Y casi nadie tampoco después. Sólo la presidenta de la empresa, Carly Fiorina, quien aseguró en rueda de prensa que la operación había sido aprobada de acuerdo a un recuento preliminar que no clarificó. Quien ha defendido que la compra del fabricante de ordenadores es un error, Walter Hewlett, más cauteloso, dijo que era muy pronto para conocer el resultado. Los de Compaq votan hoy.
La votación de los accionistas de HP sobre la compra de Compaq guarda un cierto paralelismo con las últimas elecciones presidenciales en este país. Entonces, el ya ex presidente Bill Clinton dijo, con toda la ironía, que ¢el pueblo ha hablado, pero ocurre que aún no sabemos lo que ha dicho¢. Algo parecido pasó ayer en Cupertino (California), donde se votó esta operación de compra. Las papeletas que aún se contaban al cierre de esta edición serán recontadas a mano por IVS Associates en Delaware. Además,el complejo sistema de votación impide que al cierre de la junta se conozcan datos precisos.
No obstante, Fiorina dijo ayer en rueda de prensa que, se-gún los recuentos preliminares, la compra de Compaq, anunciada el pasado septiembre, había obtenido la luz verde de los accionistas ¢por un margen estrecho pero suficiente¢. La presidenta de HP no hizo mención de cifras que avalaran sus palabras, pero la agencia Reuters hablaba de un margen del 0,5%. Fiorina no quiso entrar en detalles sobre la posibilidad de que el resultado final se conociera en un par de semanas si empiezan los litigios en caso de que la balanza se incline de un lado o de otro por escasos votos.
Poco después el que comparecía ante los periodistas era Walter Hewlett, quien ha estado más de cinco meses en campaña en contra de la compra. Según Hewlett, es aún muy pronto para saber el resultado de la votación.
Las ruedas de prensa fueron los últimos actos públicos de ambos tras una junta que resultó agónica para Fiorina. La cita comenzaba a las ocho de la mañana y tres horas antes ya había una larga fila de accionistas esperando para entrar. Una vez abierta la sesión Fiorina tuvo que responder a las duras preguntas de los accionistas y ver como Hewlett era aplaudido y vitoreado por buena parte de la sala. Las manifestaciones casi festivas de accionistas fuera del recinto donde se celebraba la junta y las adhesiones previas hacían que el día fuera muy difícil para la responsable de esta adquisición. Se sabía que el 22% de los accionistas votarían en contra de la compra, entre ellos, la familia, que tiene el 18% de la empresa. Fiorina contaba con los votos declarados del 8,9% del capital. Los analistas esperaban que los pequeños accionistas decidieran el resultado.
A pesar de que Hewlett se presentó ante la prensa menos eufórico que Fiorina, quien ha defendido su postura opuesta a la operación diciendo que era ¢un error de 25.000 millones de dólares¢, dijo ayer sentirse optimista. Hewlett considera que la empresa funcionará mejor sola que fusionada con Compaq.
El valor de la operación ha descendido desde que en septiembre los presidentes de ambas compañías anunciaran la operación por ser un intercambio de acciones. Ahora se estima un valor en torno a los 21.500 millones de dólares.
Fiorina dijo que se iba a tomar un par de días de descanso después de haber librado con Hewlett una de las batallas empresariales más fero-ces de los últimos años a través de anuncios de prensa y con un roadshow permanente. La presidenta se juega además su puesto ya que nadie duda de que si no sale victoriosa su alternativa de dirección tenga que dimitir.
Hewlett, miembro del consejo académico y músico, dijo ayer, sin embargo, que pase lo que pase querrá continuar en el consejo de la empresa y seguir tocando el cielo.