Hewlett-Packard aprobará su fusión con Compaq, según la presidenta
Dos meses después de que anunciase sus planes, y todavía a falta de resultados oficiales, Fiorina explicó hoy que todo indica que una mayoría de accionistas de Hewlett-Packard está a favor de la fusión con Compaq Computers, una operación valorada en 21.000 millones de dólares.
Según los cálculos preliminares muestran que los accionistas de la compañía aprobaron la compra de Compaq Computer, resultado que fue confirmado por los técnicos que organizaron la votación.
HP dijo que su previsión está basada en cálculos reliminares
realizados por el notario que supervisó la votación. Puede que la intriga aún se mantenga, ya que los resultados serán anunciados oficialmente en varios días, o incluso semanas, según prevé la compañía. Los analistas estiman que las posibilidades de que el pacto salga adelante son de un 50%. La decisión puede estar en manos de los accionistas individuales, con un 25% del accionariado.
Walter Hewlett, hijo de fundador y líder de la campaña por el "no", tiene a estos pequeños accionistas en el punto de mira, con una campaña de publicidad titulada "Un error de 25.000 millones de dólares" (la cantidad en la que se valoró inicialmente el proyecto. Ahora se sitúa en unos 21.000 millones de dólares). Los argumentos de Hewlett, más sucintos que los de los de Fiorina, están cobrando fuerza entre los accionistas individuales, según Daniel H. Burch, presidente de MacKenzie Partners, la firma que trabaja con Hewlett contra la fusión.
Para Hewlett, este acuerdo supondría que la compañía incrementase su dependencia en el negocio de los ordenadores personales, que da pocos beneficios, al tiempo que diluiría el papel de la compañía en la división de impresión, la más lucrativa. Además, según Hewlett, los grandes pactos en la industria de la computación no pueden funcionar, dado que la industria se mueve muy rápidamente.
Pero Hewlett-Packard, por su parte, aseguró en un comunicado que el número de acciones en manos de las instituciones que han anunciado públicamente el apoyo a la adquisición "dobla a los que han indicado que se oponen".
Un grupo de 900 personas de ambas empresas trabaja a jornada completa desde el mes de octubre en la planificación del diseño de la nueva compañía, decidiendo asuntos como cuáles serán las líneas de producción que se mantendrán. Este equipo, que trabaja bajo la presunción de que el pacto saldrá adelante, también decidirá quiénes se quedan y quiénes se van. Unos 15.000 trabajadores perderían su empleo si finalmente se combinan las fuerzas de las dos empresas, con una plantilla total de 145.000 empleados.
Este es uno de los principales puntos de fricción entre las dos partes, muy criticado por las dinastías Hewlett y Packard, que consideran que esta política de despidos atenta contra el trabajador y contra el llamado 'Estilo HP', que se basa en la lealtad entre las dos partes.