Los Estados demandantes piden que Microsoft abra el código del Explorer
Microsoft volvió ayer a los tribunales que no ha dejado de pisar en los últimos cuatro años. Ayer los representantes de los nueve Estados opuestos a su acuerdo con el Gobierno de George Bush solicitaron a la juez Colleen Kollar-Kotelly que el código fuente de su navegador Explorer sea de dominio público al ser este programa de Internet la raíz de todas sus acciones monopolísticas.
Las comparecencias de esta fase legal, iniciadas ayer, en la que los nueve Estados disidentes han empezado a exponer sus alegaciones al pacto con el Gobierno, está previsto que duren dos meses. Pero la primera sesión ya ha dado buena cuenta de la dureza de las peticiones de los nueve Estados, liderados por California, Conectica e Iowa, que el año pasado no unieron su firma a la del Gobierno y otros nueve Estados más para cerrar un acuerdo antimonopolio. Según estos Estados, el pacto es inadecuado.
Para ellos, lo adecuado es lo que solicitaron a la juez Kollar-Kotelly, es decir, que el código fuente del navegador Explorer sea de dominio público al ser éste 'el fruto de todas las violaciones', dijo el abogado Brendan Sullivan. Según el letrado, este navegador es la clave de la estrategia de Microsoft para mantener su monopolio'.
Los Estados que han mantenido su disidencia con el Gobierno que firmó el acuerdo con Microsoft creen que la empresa debe ofrecer a sus usuarios una versión de Microsoft, desvestida en la que se puedan integrar programas de otras compañías competidoras que actualmente ven cómo sus programas son desplazados por los que el sistema operativo Windows incluye. Este sistema funciona en prácticamente el 90% de los ordenadores del mundo.
Para Sullivan, Microsoft ha estado intentando acabar con todas las amenazas que se podían presentar a su sistema operativo. 'Microsoft ha hecho muchas cosas buenas, pero también ha actuado mal al tratar de hacer desaparecer el navegador de Netscape 'y nuestra misión es evitar que esto ocurra de nuevo'. Las propuestas de los Estados incluyen medidas para prevenir que el lenguaje Java esté fuera de su sistema operativo, lo que inhabilitaría a otros programas que utilizan este sistema a formar parte de Windows.
La reacción de la empresa de Bill Gates no se hizo esperar y se ha expresado en los mismos términos apocalípticos que han dominado su discurso en las últimas comparecencias ante los tribunales. Según Dan Webb, abogado de Microsoft, 'la propuesta de los Estados significa la injusta confiscación de miles de millones de dólares de Microsoft en concepto de propiedad intelectual. Para Webb, este acuerdo beneficiaría sólo a la competencia, a los que acusa de estar detrás de estas propuestas, mientras destrozaría a Microsoft.
Propuestas injustas
Según este abogado, 'las propuestas verbalizadas por Sullivan son injustas y extremadamente duras', tanto que desde su punto de vista era mejor 'el remedio estructural propuesto por el juez Jackson de dividir la empresa'.
Microsoft y el Gobierno ya han dicho que el acuerdo al que llegaron era lo máximo que podía firmarse.
Webb repitió ayer los argumentos ya oídos en sesiones judiciales precedentes advirtiendo que desde un punto de vista técnico ofrecer el código fuente 'desestabilizaría el producto'. Desde la cúpula directiva de la empresa se ha hecho circular el argumento de que esta propuesta amenaza seriamente la viabilidad de Microsoft. El abogado señaló además ciertos defectos de forma de las propuestas de los Estados disidentes que están haciendo propuestas sobre asuntos que no se habían señalado como conflictivos en el inicio del juicio.
En particular se refiere a una de las líneas de ataque de Steven Kuney, otro de los abogados en representación de los disidentes. Este letrado presentó ayer ante la juez, como pruebas de que Microsoft sigue anulando la competencia, comunicaciones a través de correos electrónicos de Bill Gates referentes a los fabricantes de ordenadores, Dell y Compaq. En ellos se expresa su preocupación por el apoyo que prestan al sistema operativo Linux.