Telefónica demanda al Estado chileno y pide 312 millones por daños y perjuicios
La filial de Telefónica en Chile ha optado por pasar a palabras mayores y ha denunciado al Gobierno de este país ante la Corte de Apelaciones. La compañía pide 312,36 millones de euros por daños y perjuicios en compensación por el decreto que regula las tarifas del ex monopolio desde 1999 y que, según CTC, ha sido el culpable de las pérdidas registradas ese año y en 2000.
Después de tres años de reclamaciones administrativas, Telefónica CTC Chile ha dicho basta y ha decidido denunciar al Estado chileno ante la Corte de Apelaciones en lo que supone la primera iniciativa de este tipo que vive el país. La raíz del enfrentamiento está en el polémico decreto tarifario que regula los precios del ex monopolio desde 1999 y hasta 2004 y que, según Telefónica, le ha causado graves daños a ella y a sus accionistas.
La cuantía de estos daños se ha fijado en más de 270 millones de dólares (312,36 millones de euros), que es exactamente la cifra de la reparación que ahora exige la operadora, en concepto de daños y perjuicios.
La denuncia ha sido aprobada por unanimidad por el consejo de administración de Telefónica CTC y se fundamenta en las 'graves irregularidades y errores de cálculo y aplicación de conceptos económicos' que se cometieron con el decreto.
Estas 'irregularidades y errores' son, según la compañía participada en un 43,6% por Telefónica, las causantes de las pérdidas que registró la operadora en 1999 y en 2000 y que sólo ha conseguido superar en los dos últimos trimestres del año pasado. La remontada, sin embargo, no se ha producido por una mejora de las condiciones del decreto, sino por un drástico plan de ajuste de costes y ahorro de inversiones.
Porque CTC lleva años batallando contra el decreto tarifario, sin que ninguna autoridad administrativa se aviniera a darle la razón. Telefónica recuerda este hecho en la nota de prensa donde comunicó ayer la demanda y reconoce que ha visitado todas las instancias administrativas antes de tomar la decisión de demandar al Gobierno chileno.
En su defensa, CTC señala que ninguna de las instancias a las que ha apelado ha rechazado los argumentos técnicos presentados por la compañía. Los razonamientos de las negativas se basaron, por contra, en 'razones de competencia y oportunidad' para mediar en estas materias, explica la filial de Telefónica. La gota que colmó el vaso y dejó a la operadora sin más camino que el emprendido ayer se produjo en enero, cuando la administración dio el último revés a las exigencias de cambio de la compañía.
Por eso, la empresa considera que su demanda es 'normal, justa y oportuna'. Fuentes de Telefónica CTC aseguran que la drástica decisión, que supone poner en entredicho la política de todo un país y enemistarse con las autoridades que regulan el negocio, se ha tomado porque no quedaba ningún otro camino y en defensa de los intereses de los accionistas. Como sociedad cotizada, añaden, tiene que intentar reparar lo que consideran una grave equivocación, que se ha traducido en perjuicios económicos para la compañía.
CTC ha registrado pérdidas netas trimestrales desde la segunda mitad del ejercicio de 1999, con una sola excepción, el primer trimestre de 2000. Con este palmarés, la operadora cerró en números rojos tanto el ejercicio de 1999 como el de 2000, así como los dos primeros trimestres de 2001. En la segunda mitad del año pasado llegó la recuperación.
Pero Telefónica no está dispuesta a ceder sin batalla las pérdidas acumuladas, sobre todo porque el decreto tarifario regirá hasta 2004 y hasta entonces seguirá pesando en los resultados. De hecho, los beneficios del último trimestre de 1998 (justo antes de la rebaja de tarifas) fueron tres veces superiores a los de los tres últimos meses de 2001.
En los últimos tiempos, Telefónica ha adoptado una política más agresiva en sus relaciones con los Gobiernos donde opera. Sin llegar a los extremos chilenos, la compañía española también ha forzado la máquina en Marruecos y ha denunciado las prácticas del regulador que favorecen al ex monopolio de telefonía móvil y todavía operador único de fija, Maroc Telecom.