BBVA reduce su consejo de 32 a 21 miembros e impone el equilibrio
Los cambios en el panorama bancario continúan. El BBVA anunció ayer que en el consejo previo a la junta de accionistas que se celebrará el sábado en Bilbao, el banco aprobará la reducción de su consejo de administración de 32 a 21 miembros, con lo que el presidente único, Francisco González culmina su obsesiva tarea de equilibrar las fuerzas en el banco tras la salida anticipada de Emilio Ybarra. Paralelamente, Banesto anunció ayer la marcha del consejero delegado, Francisco Gómez Roldán, que se convertirá en el nuevo director general de división financiera en sustitución de José Luis del Valle. El relevo de Gómez Roldán es Federico Outón, muy ligado a su antecesor en su trayectoria profesional.
El consejo de administración que irá a la junta de accionistas del BBVA del próximo sábado, la primera que se celebra bajo la presidencia única de Francisco González, tendrá ya 21 consejeros en vez de los 32 actuales y un equilibrio de fuerzas que entierra definitivamente la preponderancia del BBV tras sellar la fusión con Argentaria.
El consejo previo a la junta de accionistas tiene previsto aprobar esta reducción, que supone, según fuentes de la entidad, ¢el cierre del periodo transitorio abierto tras la fusión¢. ¢Se considera conveniente iniciar la nueva etapa con un consejo de administración con una dimensión más adecuada a las citadas normas del buen gobierno¢, señalaron ayer fuentes del banco.
El consejo quedará, así, compuesto por 10 consejeros procedentes del BBV, otros 10 procedentes de Argentaria y uno de Telefónica, con un presidente ejecutivo y el consejero delegado, José Ignacio Gorigolzarri, una situación que nada tiene que ver con el esquema de poder en la junta de accionistas del año pasado.
Hay que tener en cuenta que el consejero delegado tendrá muchos menos poderes de los que tenía Pedro Luis Uriarte, ya que Francisco González asume muchos más atributos ejecutivos y se reserva las grandes orientaciones del banco.
Para lograr este equilibrio de fuerzas, de los 11 consejeros que han acordado presentar su dimisión en el consejo previo a la junta, siete son del BBV: José María Ampuero Osma, Eduardo Aguirre Alonso-Allende, Luis Lezama-Leguizamón Dolagaray, José Lladó y Fernández-Urrutia, Ricardo Muguruza Garteizgogeascoa, Andrés Vilariño y López Dóriga y José Madina. Algunos de ellos son de los clásicos de la familia bebeuve, con nombres como el de Ampuero, que en alguna ocasión sonaron incluso como posibles sustitutos de Emilio Ybarra. Los cuatro restantes de Argentaria: José Caparrós Pérez, Javier Gálvez Montes, Antonio Patrón Pedrera y Alejandro Royo-Villanova Payá.
Este consejo más reducido, y que en breve contará con un miembro menos cuando se jubile Plácido Arango, se ajusta más a las prácticas de las entidades financieras de otros países y a las exigencias del Banco de España. El consejo estudiará ahora la adopción de un nuevo código de gobierno de la entidad, de acuerdo con las exigencias internacionales.
Desde la salida anticipada de Emilio Ybarra, la obsesión de Francisco González como presidente único ha sido equilibrar el peso de las familias y contar con un banco de estructura más simple y descentralizada.
El grupo ya redujo el comité directivo de 21 a 14 miembros, con ocho ejecutivos del BBV y seis de Argentaria, frente a los 13 del BBV anterior y ocho de Argentaria, después de prejubilar a buena parte de la vieja guardia del BBV.
La decisión del BBVA se produce después de que el pasado 14 de enero su directo competidor, el Santander Central Hispano, acordara reducir su consejo de 25 a 19 miembros.
Las dos entidades han vivido una auténtica revolución en los últimos meses, en los que han culminado un cambio de equipo para comenzar la nueva etapa y poner fin a las etapas de convivencia de las dos culturas.
Ambos grupos decidieron anticipar el final de los periodos transitorios y en ambos se produjo la salida del copresidente antes de lo pactado en los estatutos.
Una junta de accionistas con todos los deberes hechos
El presidente del BBVA, Francisco González, ha decidido presentarse a su primera junta de accionistas del banco como presidente único con los deberes hechos. Igual que hizo su director más rival, el Santander Central Hispano (SCH), el pasado 14 de enero (unas semanas antes de su junta extraordinaria de accionistas), González ha decidido reducir el consejo de administración según las sugerencias del Banco de España, que siempre ha pedido consejos lo más reducidos posibles, lo mismo que fija el Código de Olivencia.
Pero, a pesar de esta reducción, el consejo del BBVA sigue siendo más amplio que el del Santander, que cuenta con 19 miembros, frente a los 21 del BBVA.
Entre los consejeros del BBVA que saldrán del máximo órgano de gobierno del banco el próximo sábado se encuentra José Madina, que no ha llegado a cumplir un año en su sillón.
Con este recorte del consejo, además, González sale al paso de las especulaciones que apuntaban a que el presidente del BBVA había tanteado a varios empresarios, entre ellos a Felipe Benjumea, hasta el 9 de febrero consejero del SCH, y a Juan Abelló, para que se integrasen en el consejo del banco.
Francisco González quiere incidir en la junta de accionistas que el periodo transitorio de fusión del BBVA ha finalizado y una nueva prueba de ello es esta disminución del consejo, una de las pocas asignaturas pendientes del banco, tras contar con nuevo equipo directivo y una nueva estrategia, basada más en la banca de clientes que en la de productos. La idea es segmentar a los clientes para ofrecerles los servicios y productos de acorde a sus necesidades. El proyecto es ganar cuota de mercado en España, aunque este objetivo no será hasta 2003 cuando se detecte. En el banco confían en que una vez cumplido este objetivo la creación de valor vendrá por sí sólo.