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Guerra comercial

Un sector marcado en Europa por los ajustes y las grandes fusiones

La reconversión siderúrgica ha sido una constante en los últimos 25 años en Europa, completada con un acelerado proceso de concentración empresarial. En el último cuarto de siglo la industria del acero continental ha perdido más del 60% de los puestos de trabajo y se ha estructurado en torno a tres grandes grupos, Arcelor -de reciente creación-, Corus y ThyssenKrupp. La guerra comercial que acaba de desatar Estados Unidos coincide con el fin de un ciclo alcista para esta industria y el inicio de una etapa de perspectivas inciertas.

La historia reciente de la industria del acero en Europa es una sucesión de ajustes de capacidad, incrementos de productividad, y operaciones de consolidación societaria mediante fusiones y alianzas. Sólo entre 1975 y 1995, las industrias siderúrgicas europeas redujeron su plantilla de 840.000 trabajadores a 330.000, y el proceso ha continuado, a un ritmo más pausado, hasta la actualidad. La segunda mitad de los noventa ha sido, sin embargo, un periodo razonablemente floreciente para la industria del acero europea, que no ha sufrido convulsiones sociales relevantes y se ha aplicado a utilizar los márgenes obtenidos en el periodo para incrementar la productividad por varias vías: inversiones, ajustes, fusiones y privatizaciones. La última y más sonada es la creación de Arcelor, fruto de la integración de la francesa Usinor Sacilor, Arbed y Aceralia. Estas tres entidades se crearon, a su vez, a través de procesos previos de concentración sectorial, algunos de ellos tan recientes como el que dio lugar al líder español, constituido a mediados de los noventa y privatizado en 1998.

Arcelor es el nuevo líder mundial del sector, con una capacidad de producción de 54,6 millones de toneladas, por encima de los gigantes coreanos y japoneses.

Corus es la segunda siderúrgica europea, nacida a finales de los noventa tras la integración del entonces líder sectorial, British Steel, con la holandesa Hoogovens y la belga Cockerill. En 2001 el grupo produjo 18 millones de toneladas.

ThyssenKrupp se creó en 1997 y supuso la unión de dos empresas enfrentadas por una gran rivalidad. Su producción conjunta supera los 15 millones de toneladas.

El balance de este proceso de consolidación en Europa es concluyente: de las 10 primeras empresas del ranking europeo de 1996 hoy día quedan cinco grupos.

El caso español

La siderurgia integral española ha sufrido una profunda transformación en los últimos 20 años, que ha conducido a su integración en el primer grupo mundial del sector, con una participación superior al 20% en la nueva sociedad.

Con la llegada del PSOE al Gobierno en 1982 se abordó por primera vez en España un proceso de reconversión industrial que afectó de plano y, entre otros, al sector siderúrgico. Con varios años de retraso respecto a los países europeos que entonces integraban la llamada Comunidad Económica Europea, el ajuste se saldó con grandes aportaciones de fondos públicos destinados exclusivamente a la reducción de la capacidad productiva de un grupo de empresas del sector que arrastraban ingentes pérdidas.

Las siderúrgicas integrales Ensidesa, Altos Hornos del Vizcaya y la desaparecida Altos Hornos del Mediterráneo, y otro buen número de empresas de los subsectores del acero común y los aceros especiales se veían imposibilitadas para acceder a los mercados internacionales.

Los planes de reconversión del acero, que provocaron sonadas manifestaciones, se saldaron a lo largo de la década de los ochenta con la desaparición de una buena parte del empleo del sector.

La salida de la crisis fue progresiva y llegó de la mano de la integración de España en la Unión Europea y de la fusión de las empresas. La unión de Ensidesa y AHV dio lugar a la Corporación Siderúrgica Integral, después bautizada como Aceralia.

Arcelor y Acerinox minimizan el impacto de la medida de Bush

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La medida de George Bush de imponer aranceles a las importaciones de acero ha caído como un jarro de agua fría en la industria. Imponer una tasa de hasta el 30% supone 'una gran amenaza para las exportaciones de la UE y pone en peligro la mejora en el crecimiento económico de Estados Unidos', según la Asociación Europea de la Siderurgia (Eurofer). 'Bush ha elegido una posición unilateral e inapropiada, que restringirá las importaciones, en lugar de solucionar un problema mucho más complejo'.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La tasa impuesta por Estados Unidos tendrá un impacto mínimo en compañías como Acerinox y Arcelor. Esta última anunciaba ayer que la empresa sólo factura un 3% de sus ingresos totales, aunque reconoce que están preocupados por el efecto indirecto: la medida supondrá desviar a Europa las ventas de países como los asiáticos, que tradicionalmente exportan a EE UU.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Desde la patronal española Unesid también se pide a la Comisión Europea que 'tome medidas de salvaguarda para evitar un aumento de las importaciones de acero a la UE y compensaciones por valor de las importaciones afectadas'. Ayer una empresa de Indiana solicitó ante un juzgado la suspensión de pagos. Es una más en la larga lista de empresas en esta situación. Desde 1997, 28 compañías se han acogido a la Ley de Quiebras.

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