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Desinversión

Gamesa se desprenderá de parques eólicos valorados en 130 millones

El grupo Gamesa inicia este año una estrategia de desinversión en sus parques eólicos ya consolidados porque no quiere establecerse como un operador energético. En 2002 pondrá a la venta 142 megavatios, valorados en 130 millones, que servirán para reducir el endeudamiento, que se ha duplicado por la compra a Vestas y Sodena del 49% de Gamesa Eólica.

Gamesa quiere situarse entre los tres primeros fabricantes de equipos eólicos del mundo. Esta apuesta propiciará que el 70% del negocio de este año proceda de la actividad de las energías renovables, mientras que el 30% restante lo aporte la división aeronáutica, quizás su actividad más conocida. Para financiar el crecimiento, en 2002 inicia una estrategia de desinversión en sus parques eólicos ya consolidados que tendrá una continuidad anual.

El grupo vasco, según su consejero delegado, Iñaki López Gandásegi, 'no tiene vocación de eléctrica, sino de promotor e instalador' de este tipo de centros. Así que este año pondrá a la venta un mínimo de 142 megavatios valorados en 130 millones, por los que ya se han interesado varios compradores potenciales, entre los que se adivinan las eléctricas. Estos ingresos también servirán para reducir el volumen de endeudamiento, que casi se duplicó el año pasado por la compra del 49% de Gamesa Energía.

A cambio, el grupo participado por IBV se ha librado de la alianza con la multinacional danesa Vestas y ahora puede vender sus aerogeneradores en cualquier parte del mundo. Hasta ahora, su actividad eólica internacional se limitaba a la promoción de centros en Latinoamérica, Europa y el Magreb. Para los nuevos parques que promueva, Gamesa recurrirá a la fórmula del project finance (financiación con la garantía del propio proyecto).

La corporación alavesa anunció ayer los resultados de 2001, con un crecimiento del 37% del beneficio neto al contabilizar 62 millones. Para este año no se arruga por la crisis y apuesta por un incremento del 25%, para ganar 77,5 millones después de impuestos. Esta evolución puede llegar de los parques eólicos construidos en 2001 y que este año entran en funcionamiento, y de las desinversiones citadas, mientras que la parte aeronáutica reducirá sus ingresos.

En facturación, López Gandásegi también se compromete a una subida del 25%, para llegar a 929 millones. Como estaba previsto, la compañía tampoco repartirá dividendo este año y destinará los resultados a apoyar el crecimiento.

En 2001, el negocio aeronáutico de Gamesa fue el que más sufrió por la psicosis sobre el transporte aéreo, desatada tras los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y el consiguiente recorte de vuelos. Las aerolíneas han ralentizado los pedidos de nuevos aviones y el consejero delegado del grupo vasco cree que este retraimiento se mantendrá este año y el próximo año, hasta una posible reactivación en 2004.

Sin despidos

Con el fin de afrontar la caída de la demanda, Gamesa ha recurrido a la no renovación de unos ochenta contratos temporales, 'sin tener que realizar un sólo despido', aclara López Gandásegui, que el año pasado sufrió varios días de huelga en una de las filiales aeronáuticas de Gamesa por los recortes citados.

Gamesa Aeronáutica consiguió en 2001 su entrada en el mercado de grandes aviones comerciales, al entrar en el programa A-380 de Airbus. En dos años, el consejero delegado del grupo espera contratar con el otro gran constructor mundial, Boeing. En el segmento de aviones pequeños tiene proyectos con Embraer y Bombardier.

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