Las empresas privatizadas pedirán una compensación a Duhalde
Endesa dijo ayer que espera que el Gobierno argentino le otorgue una compensación por la pérdida en dólares que sufren sus precios tras la devaluación del peso. A partir de la semana próxima, cuando comiencen las conversaciones entre el Gobierno y las compañías privatizadas, los funcionarios escucharán el mismo reclamo. El presidente Eduardo Duhalde niega cualquier ruptura con el FMI y cree posible lograr un acuerdo rápido con las provincias para desbloquear la aprobación del Presupuesto. Siguen las protestas populares y se desmienten rumores de un golpe militar.
E l consejero delegado de Endesa, Rafael Miranda, anunció ayer que planteará al Gobierno de Duhalde que compense a la compañía por la desdolarización de las tarifas eléctricas en Argentina.
Según Miranda, esa compensación debería hacerse a medida que el país salga de la crisis y plasmarse en las tarifas futuras. La devaluación del peso, en enero, ha tenido un impacto negativo de 84 millones de euros en la cuenta de resultados de Endesa el año pasado, y de 356 millones en sus reservas.
A partir de la semana próxima, el Gobierno encara las negociaciones con las compañías de servicios públicos privatizados, en su mayoría en manos españolas. La discusión se dividirá en dos fases. Una primera para diseñar un plan de emergencia por 120 días y la segunda para renegociar los contratos de concesión y las tarifas de los servicios.
Por otra parte, el Ministerio español de Economía reveló ayer que Argentina le ha pagado 7,5 millones de dólares (unos 8,4 millones de euros) en concepto de intereses por la ayuda española del blindaje financiero de diciembre de 2000. Hasta hoy, de los 1.000 millones comprometidos, el Gobierno español ha desembolsado 835 millones al interrumpirse la ayuda en diciembre.
En Buenos Aires, mientras tanto, Duhalde proseguía sus negociaciones con los gobernadores provinciales para cerrar un acuerdo para el reparto de los impuestos coparticipados entre la Nación y los Estados provinciales. La cuestión, clave para la aprobación del Presupuesto, ayudaría a iniciar rápidamente las conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Ayer, el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Enrique Iglesias, advirtió que la ayuda del Fondo 'no puede demorarse más de un mes', pues, de lo contrario, la estabilidad política de Duhalde estará en peligro. De hecho, ya lo está.
Mañana, el Partido Justicialista del presidente convoca a una concentración en Plaza de Mayo para mostrar el apoyo popular a su gestión. Casi a la misma hora, las asambleas barriales y los piqueteros marcharán, como cada viernes, hacia el mismo sitio, donde está la sede del Gobierno, para plantear sus demandas y su descontento con la política oficial, a la que identifican con la misma que desarrollaba el derrocado Fernando de la Rúa.
Ayer por la tarde, el centro de la capital argentina volvió a sufrir un caos de tráfico, debido a las movilizaciones de diversos grupos de parados que protestaban. Asimismo, los dos sindicatos de maestros de la provincia de Buenos Aires anunciaron que las clases no comenzarán en ese distrito el próximo lunes, como rechazo a los ajustes salariales dispuestos por el Gobierno provincial. Uno de los sindicatos ha convocado una huelga por tiempo indeterminado, y el otro, por 24 horas.
En un ambiente de tensión constante y de rumores en aumento, el ministro de Defensa, Horacio Jaunarena, afirmó que 'en este momento no existe ninguna posibilidad' de que se produzca un golpe de Estado cívico-militar. Ayer, el jefe del III cuerpo del Ejército, con base en Córdoba, la segunda ciudad del país, repudió con duros términos el intento de sectores empresariales y políticos de utilizar a las fuerzas armadas. Un signo más de que existen conspiraciones.