Piden árnica a Alan Greenspan
El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Alan Greenspan, comparece mañana en el Congreso. Esta cita, como las anteriores, ha levantado una expectación máxima después de los últimos discursos pronunciados con un tono más ambiguo de lo que ya es habitual en el presidente de la Fed.
Cuentan los observadores estadounidenses que a Alan Greenspan le han pedido árnica los poderes políticos y que su discurso de mañana debe ser clarificador, categórico. Hay quien señala, así, que Alan Greenspan dará carpetazo oficial a la recesión, que pasará esa página económica deprimida y que ofrecerá una proyección de futuro más brillante. Se trata, por tanto, de recomponer los estados de ánimo de los inversores y, con ello, mejorar la tendencia de fondo.
La propaganda es una de las armas más eficaces en materia económica, porque con mucha frecuencia las corrientes de euforia o de depresión nacen de estados de ánimo, de sensaciones y, claro está, del contagio. Es lo mismo que sucede con la Bolsa. Generalmente los inversores entran cuando los precios suben y venden cuando bajan, si bien las técnicas estudiadas en los manuales sugieren lo contrario.
Alan Greenspan vuelve a ser, por tanto, el gran protagonista de las Bolsas en el corto plazo. Lo que no está suficientemente demostrado es que los mercados vayan a cambiar el rumbo de manera radical, un suponer, por una mejor percepción del futuro por parte del máximo responsable de la Reserva Federal de Estados Unidos. Algo tendrá que apuntar, añaden los analistas, respecto a la crisis de confianza desatada por el caso Enron y la generalizada tendencia de las empresas que cotizan en Wall Street a utilizar la contabilidad creativa.
Compás de espera, en fin, que debilita aún más la cifra de negocio.