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EE UU

La economía estadounidense muestra una inesperada fortaleza

La compra de casas de segunda mano en EE UU (el 85% de las vendidas en el país) se disparó en enero. Los bajos tipos de interés han permitido que las ventas se incrementaran un 16,2%. Aunque se había detectado un aumento en las solicitudes de hipotecas, el porcentaje ha sorprendido a los expertos, que ya esperan un discurso más optimista del presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, mañana ante el Congreso.

Nadie se atreve a lanzar las campanas al vuelo definitivamente, pero el optimismo, que nunca desapareció completamente (ni en los peores momentos de la recesión) gana peso. Y es que mientras ayer se hacían públicas las sorprendentes cifras de ventas de viviendas, los analistas manejaban otro dato que muestra que el crecimiento se afianza: la revisión del PIB del último trimestre de 2001.

Según los informes hechos públicos ayer por parte de los expertos, se espera que el jueves, cuando se dé a conocer la evolución del PIB, se confirme que el dato del último trimestre estaba por encima del 1%, y no era el 0,2% inicial.

Lehman Brothers cree que el porcentaje de crecimiento en los últimos meses del pasado año fue del 1,1% mientras que desde Salomon Smith Barney se considera que el aumento fue mayor y lo deja en el 1,2%. Las previsiones de otras entidades fluctúan entre estas dos aproximaciones.

La mayor parte de los analistas valoró positivamente el dato de la compra de viviendas porque de esta variable se deduce un aumento del consumo. Lo cierto es que las cadenas de ventas de muebles no dejan de aumentar sus ventas y los fabricantes de electrodomésticos pueden empezar a ver la luz por una mayor demanda en el mercado de la reposición.

Previsiones al alza

Cifras como éstas animan a los analistas de Lehman a pensar que el crecimiento del PIB en el primer trimestre pueda llegar a ser del 2,5%. Bruce Steinberg, analista jefe de Merrill Lynch, considera que éste ronda el 3% o el 4%. Desde esta firma ya se ha anunciado que se revisarán las previsiones del año.

La mayoría de los analistas considera que a pesar de este crecimiento, la economía estadounidense está teniendo éxito en evitar la inflación. A la hora de evaluar si este cuadro macroeconómico llevará a un cambio en la política monetaria de la Reserva Federal, ya hay más cautelas y no sólo porque la personalidad de Greenspan haga pensar en ellas, sino porque el sentimiento sobre los potenciales peligros de este crecimiento se comparten y se sigue hablando de la segunda recesión. Se trataría de una vuelta atrás más suave que dibujara un gráfico con forma de doble uve para describir la evolución de la economía.

Uno de los problemas es la evolución del desempleo. De momento, a pesar de ello el gasto de los consumidores es fuerte. 'Desde el pasado marzo se han perdido 1,5 millones de empleos, por lo que a primera vista los gastos e inversión de los consumidores parecen sorprendentes', dice Steinberg. De hecho tanto Greenspan como otros analistas económicos han señalado que probablemente se produzca una contracción en el gasto que haga perder brillo a las cifras de la recuperación. A pesar de esas cautelas, desde Merrill Lynch se considera que las pérdidas de empleos no son altas si se compara con el amplio mercado de trabajo existente.

El optimismo de esta entidad tiene su contrapunto en el informe que la consultora Challenger Gray & Christmas hizo público ayer y en el que se señalaba que casi un tercio de los 1,2 millones de estudiantes universitarios que se gradúen esta primavera no encontrará empleo en los próximos seis meses al menos.

Pero la mayor preocupación de los analistas es el deterioro de la credibilidad de las cuentas, la inestabilidad bursátil y la dificultad para lograr créditos por parte de las empresas. Todo ello no es más que lo que se ha dado en llamar enronitis, derivada de la crisis y suspensión de pagos de Enron. La conclusión es que la inversión empresarial no termina de despegar y se mantiene bajo mínimos, sin sumarse a la que desde el Gobierno se está haciendo (principalmente en la industria militar).

Para los analistas Ethan Harris y Steve Slifer, de Lehman, las incertidumbres de la salud contable de las empresas 'ensombrecen' el positivo desarrollo de la economía. Para no pocos analistas, la crisis de confianza desatada por el caso Enron puede ser considerada como variable macroeconómica.

A pesar de las tendencias favorables de la economía y la menor importancia que se da a la caída del sector de alta tecnología, 'el presidente de la Reserva Federal debe mostrarse cauto ante el Congreso el día 27 de febrero', señalan desde UBS Warburg. 'La Reserva seguramente se muestre preocupada por el nerviosismo que reina en los mercados financieros con respecto a algunas corporaciones'.

Con todo ello en mente, y a falta de saber hasta dónde revisa sus previsiones Merrill Lynch, los analistas creen que la Reserva Federal no tocará tipos hasta finales de año, cuando las previsiones apuntan a un ligero aumento.

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