La UE pretende que EE UU modifique sus normas contables y restablezca la confianza
La quiebra de Enron ha sacudido los mercados financieros de todo el planeta. No tanto por el riesgo de contagio económico como por la peligrosa pérdida de credibilidad de auditores y contables. La Unión Europea quiere construir sobre las cenizas del escándalo un marco regulador global que devuelva la confianza al inversor. Pero su proyecto pasa por imponer internacionalmente normas con pedigrí europeo en un sector dominado por EE UU.
Europa quiere lanzar una cruzada moral que sanee los mercados financieros de todo el mundo. Para Rodrigo Rato, vicepresidente del Gobierno y presidente de turno del consejo de Ministros de Economía de la UE, el camino para recuperar la confianza no ofrece dudas. ¢Creo que tiene que haber una armonización internacional de los criterios de contabilidad en beneficio de la integración de los mercados no sólo a nivel europeo, sino a nivel mundial¢, indicaba el viernes en Bruselas tras un seminario sobre servicios financieros.
La Comisión Europea concreta el deseo de Rodrigo Rato con una llamada urgente a que las normas contables europeas se conviertan en el patrón internacional. La Unión Europea avanza en su propuesta bajo el lema de ¢aquí no hubiera pasado¢ para resaltar la idiosincrasia genuinamente estadounidense del escándalo Enron, la compañía de energía que ha sucumbido bajo el peso de insostenibles enjuagues contables que escaparon a la lupa de la auditora Andersen.
El ariete con el que Bruselas quiere desarbolar tan ingeniosa contabilidad en EE UU responde al acrónimo IAS (International Accounting Standars) o normas contables que las 7.000 empresas que cotizan en los mercados bursátiles europeos deberán utilizar obligatoriamente a partir de 2005.
El rigor de estas normas y su estímulo para una gestión prudente y honesta no ofrece ninguna duda, según la Comisión Europea. La autoridad bursátil estadounidense, la Securities and Exchange Comimission (SEC), sin embargo, ni siquiera se digna reconocerlas.
¢Con las normas IAS, hubiera sido imposible colocar pérdidas fuera del balance como ha ocurrido con Enron¢, atacan fuentes del departamento de Mercado Interior de la Comisión Europea. Su titular, el comisario Frits Bolkestein, no ha dudado en vincular públicamente el escándalo de Enron con el otro acrónimo en litigio, US GAAP (principios contables aceptados generalmente) o normas de obligado cumplimiento para todas las empresas que cotizan en EE UU, incluidas las europeas.
Bolkestein defiende con el ardor que le caracteriza el corpus normativo derivado del Comité Internacional (IASC) que, en Londres, elabora las IAS. Desde 1970, más de 40 normas, que ocupan unas 1.300 páginas, han creado un código de conducta pensando en el inversor que muchas empresas europeas aplican ahora de modo voluntario.
La embestida del comisario ha merecido de la SEC, según confirman diversas fuentes, la altiva respuesta de preguntar ¢¿quién es Bolkestein?¢
Pero la propuesta del comisario de elevar al ámbito global las normas IAS comienza a flotar en los foros internacionales como el seminario que presidió Rato el pasado viernes. Hasta allí llevó Bolkestein su cruzada, para defenderla ante figuras tan relevantes del mundo financiero como el presidente de Allianz, Henning Schulte-Noele; el miembro del comité Ejecutivo del BCE, Tommasso Padoa-Schioppa, o la consejera delegada en Europa de Morgan Stanley, Amelia Fawcett.
La presión puede crecer para que EE UU se digne estudiar las IAS y, si no las adopta, las equipare, al menos, con las US GAAP. ¢Ahora la SEC ya sabe quién es Bolkestein¢, rezuman ironía los pasillos de la Comisión.
La transparencia en EE UU pasa por el salario del consejero
La Comisión Europea parece dispuesta a explotar el escándalo Enron para demostrar la superioridad de las normas contables europeas sobre las estadounidenses. Las International Acounting Standards (IAS) que propugna Bruselas como norma global ¢están concebidas desde una perspectiva verdaderamente internacional¢, según la Comisión. Las normas que exige EE UU, las US Generally Accepted Accounting Principles, responden, en cambio, ¢a una realidad nacional particular¢.
Esa realidad, sin embargo, es la estadounidense, a cuyos mercados bursátiles acuden las empresas de todo el mundo atraídas por su enorme liquidez y aceptan, aunque sea a regañadientes, presentar sus cuentas consolidadas según el modelo que exige la SEC (la autoridad bursátil de EE UU). Algunas, como la empresa belga de tecnología Lernout & Hauspie, pagaron con la quiebra la osadía de someterse al estricto control de la SEC, tras años de alquimia contable en Europa.
Las US GAAP obligan, por ejemplo, a desvelar información muy detallada, sobre todo, el equipo de dirección, incluido el salario exacto del consejero delegado y del consejo de administración. En Europa, en cambio, los accionistas de Telefónica descubrieron por la prensa los planes de opciones de su equipo directivo. Y empresas tan emblemáticas como ABB sólo han revelado este año los beneficios de la cúpula empresarial.
Desde el lado europeo, sin embargo, se culpa a este detallismo de las US GAAP de haber propiciado fugas de información tan importantes como las presentes en las auditorías de Enron. ¢Las IAS, en cambio,¢ contrasta la CE, ¢enfantizan el fondo frente a la forma¢. Bruselas asegura que su modelo impregna a todo el sistema financiero, desde las empresas a las auditoras, de una responsabilidad moral que hace difícil escándalos como el de Enron. Y parece dispuesta a llevar su cruzada al ámbito mundial.
Tregua hasta 2007 para las empresas de la UE que cotizan en Nueva York
Las 7.000 empresas que cotizan en Europa deberán armonizar a partir de 2005 la presentación de su contabilidad, lo cual permitirá al inversor una comparación más precisa de sus resultados . En la actualidad, sólo Austria, Bélgica, Alemania, Francia, Finlandia, Italia y Luxemburgo han autorizado expresamente a sus empresas a utilizar las International Accounting Standards (normas IAS), un modelo contable que la Comisión Europea quiere utilizar para todo el territorio comunitario.
En diciembre de 2001, los ministros de Economía de la UE aceptaron políticamente esta propuesta de la Comisión y la tramitación de un reglamento para aplicarla ya está en marcha en el Parlamento Europeo. Pero los ministros abrieron también una espita para que las empresas europeas que cotizan en Estados Unidos escapen a la norma al menos hasta 2007, un plazo prorrogable si se considera necesario. En total, escaparán a la armonización unas 300 compañías, entre ellas las principales de toda Europa.
¢Lamento la decisión¢, señaló entonces el comisario de Mercado Interior, Frits Bolkestein, de cuyo departamento procede la propuesta de reglamento. Para los ministros, sin embargo, resultaba inconcebible imponer a las mayores empresas de Europea un modelo contable que no reconoce EE UU. Las compañías europeas que buscan financiación en las Bolsas estadounidenses deben presentar su contabilidad con arreglo a las normas US GAAP, de obligado cumplimiento en Estados Unidos.
La última novedad de esos criterios contables suprime la obligatoriedad de amortizar anualmente el fondo de comercio de las empresas, lo cual impulsa el beneficio por acción y el potencial predador de las empresas.