Los operadores de cable salen del bache tras duplicar ingresos en 2001
El año 2001 ha marcado una diferencia para el sector del cable en España. Los operadores han pisado el acelerador y han conseguido aumentos sustanciales tanto de clientes como de facturación. Aunque su presencia sigue siendo reducida, las fuertes inversiones realizadas por la Agrupación de Operadores de Cable (AOC) y Ono empiezan a dar frutos. Al cierre del año, la facturación conjunta ascendió a 482,11 millones de euros, con 794.279 abonados.
La rentabilidad del negocio todavía está lejos de ser alcanzada, pero las fuertes inversiones realizadas en el sector del cable en España empiezan a tener resultados. Después de dos años de sequía, el ejercicio de 2001 ha supuesto un punto de inflexión para los dos grandes actores de este negocio: la AOC, compuesta por las compañías relacionadas con Auna, y Ono, la sociedad presidida por Eugenio Galdón.
Entre ambas han conseguido un aumento de la facturación del 125,39%, con unos ingresos de 482,11 millones de euros (80.216,35 millones de pesetas). El resultado siguen siendo inferior al registrado por Retevisión, aunque su crecimiento es mayor, y supera al de Uni2.
Así se entienden los elogiosos comentarios dedicados por la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) a los operadores de cable en el informe referido a los seis primeros meses de 2001. Después de años de críticas sistemáticas, el regulador consideró como uno de los hitos más destacados del sector el avance demostrado por el cable durante este periodo.
A una tasa inferior a la de los ingresos, pero aún así elevada (del 89,91%), han aumentado los clientes. La cifra de abonados a alguna de las distintas ofertas realizadas por los operadores de cable (telefonía, televisión e Internet) ascendió en 2001 a 794.279. La gran mayoría de los usuarios del sector son particulares y las empresas continúan siendo el gran objetivo a conseguir, con sólo 34.349 clientes. Uno de los datos más destacados de las cifras de las operadores es que, a pesar de que su competitividad proviene de la oferta combinada de tres servicios, la mayoría de los usuarios está abonado, como mucho, a dos de ellas. La telefonía, primero, y la televisión, después, son las grandes favoritas, mientras que el número de adeptos a Internet queda muy a la zaga.
Ono y la AOC se complementan en resultados. El primero es el que más crece y el segundo el que más envergadura tiene, sobre todo porque sus demarcaciones cubren en 80% del territorio.
El gran problema del cable es la lentitud de su despliegue y las elevadas inversiones que requiere. En 2001, la AOC invirtió 339,22 millones de euros, un 52% más que el año anterior, y todavía queda mucho terreno en España por cablear. Al cierre del pasado año, 3.102.038 hogares y empresas tenían posibilidad de conectarse a la red. Ono, por su parte, pierde 1,5 pesetas por cada una que ingresa. Una vez desplegadas las infraestructuras, sin embargo, el cliente es mucho más rentable y fiel (la red llega a su propia casa) que el de telefonía indirecta. El resultado, para los analistas, es un sector de larga maduración, pero con grandes expectativas una vez que se han hecho las inversiones.
Todos estos factores han hecho que el cable haya despertado en el último año y sea considerado una inversión interesante por parte de fondos de capital inversión, con una posible fusión entre los actores como telón de fondo.