Un informe interno de Enron incrimina al equipo directivo
El ex presidente de Enron Ken Lay y su consejero delegado, Jeff Skilling, eran conscientes de la estructura de la empresa que gestionaban y estaban perfectamente informados sobre las sociedades que quedaban fuera de balance amén de su función dentro de la compañía (ocultar deudas y pérdidas) y los riesgos que ello conllevaba.
Son las conclusiones del informe de los abogados de Vinson & Elkins, a quienes Lay acudió una vez recibió las llamadas de advertencia sobre la fragilidad de la compañía por parte de Sherron Watkins, una alta ejecutiva que dio la voz de alarma y se ha convertido en testigo clave del proceso abierto. Este bufete elaboró un informe a solicitud de Lay que ahora está en poder del comité del Congreso que estudia el caso.
Ante este comité, Skilling declaró bajo juramento que no conocía la situación de la compañía antes de dimitir en agosto. Ahora desde la cámara baja se va a enviar una carta a este ex ejecutivo para que clarifique algunas de sus contradicciones. Crece la sensación de que Skilling pudo haber cometido perjurio, algo que ya señaló Watkins en su declaración. Esta ejecutiva de Enron dijo, sin embargo, que Lay no estaba al corriente de los problemas de la empresa. Según el informe del bufete, la firma auditora de la compañía, Andersen, conocía también la situación. 'Aunque la estructura financiera pueda estar en un área gris, estaba totalmente aprobada por Arthur Andersen', según el memorándum de los abogados.
El antiguo tesorero de Enron, Jeffrey McMahon, dijo a los abogados el año pasado que muchos bancos se vieron 'en la obligación' de invertir en estas sociedades en la sombra porque temían que de otra manera perdieran la posibilidad de hacer negocios con Enron.
Mientras, los actuales responsables de la empresa intentan vender activos de la compañía. Ayer el rotativo The Wall Street Journal publicaba que General Electric comprará una división eólica de Enron por 400 millones de dólares.