Las declaraciones del ex consejero Skilling minan su credibilidad
Maratoniana comparecencia ante el Senado para investigar el caso Enron. En la misma mesa y frente al Comité de Comercio del Senado se sentaron el ex consejero delegado de la empresa Jeff Skilling, el actual presidente de la empresa y uno de los más críticos con la gestión anterior, Jeff McMahon, y la ejecutiva que hizo sonar la alarma, Sherron Watkins. Las comparecencias anteriores de los dos últimos habían dejado a Skilling en evidencia al señalarle como uno de los responsables de la debacle de la compañía.
La desconfianza en las declaraciones de Skilling crece y ayer este ejecutivo acaparó gran parte de una sesión que no acabó al cierre de esta edición. Skilling quiso empezar diciendo que nunca había mentido y que nunca había engañado a Ken Lay (el ex presidente de la empresa), tal y como Watkins había apuntado.
En contraste con la cautela y serenidad que mostraba Watkins, Skilling adoptó un tono más agresivo que en su controvertida primera declaración y tuvo contestaciones y contrarréplicas para todos los senadores. Skilling se quejó de que el debate que le afectaba estaba 'sobrepolitizado' y que se había acusado injustamente a mucha gente con mentiras. Ni Watkins ni McMahon se achicaron
Máster en Harvard
Skilling repitió que no conocía los peligros en los que estaba la empresa antes de irse 'por razones personales' en agosto del año pasado, cuatro meses antes de que se solicitara la suspensión de pagos. A su lado, Watkins elegía las palabras cuidadosamente pero sin titubear para decir que es 'mi opinión que él conocía qué pasaba en la compañía'.
'Señor Skilling, si planea decir a este comité que no estaba al corriente de la verdadera situación financiera de Enron, entonces nos tendrá que explicar cómo no lo hizo cuando cualquier ejecutivo de su posición lo hubiera hecho', le advirtió la senadora demócrata Jean Carnahan. Skilling se defendió diciendo que él no era un contable como para conocer estos detalles. Y ante tal respuesta, la senadora le pidió que recordara sus títulos universitarios. Pareció entonces que a Skilling le pesara tener un diploma de máster en Dirección de Empresas por la Universidad de Harvard, lo que provocó las risas de la numerosa audiencia. Las risas volvieron a la sala cuando Skilling dijo no recordar cuánto y cuándo vendió sus acciones.
Watkins mostró su frustración con Skilling y con Lay a pesar de que insistió en que este último no parecía conocer el fondo del asunto. Watkins señaló también que si los inversores conocieran la estructura de los raptor (sociedades instrumentales con las que Enron escondía sus deudas y pérdidas) 'se quedarían horrorizados'. Watkins dijo que los contables deberían rotar cada tres años para asegurar su independencia.