Las empresas alemanas son las más pesimistas de la UE
El Gobierno alemán ha prometido en el Ecofin que alcanzará el equilibrio presupuestario en el ejercicio 2004. Un objetivo ambicioso y difícil de cumplir, sobre todo si se cumplen las pesimistas previsiones de los empresarios germanos en materia de crecimiento, inversión y empleo.
La encuesta de perspectivas empresariales 2002, elaborada por las Cámaras de Comercio europeas, presenta a 14 de los 16 länder germanos por debajo de la media europea en cuanto a las expectativas de negocio.
De las 100 regiones analizadas por las Cámaras, sólo siete esperan un crecimiento negativo de su facturación. Y todas ellas son alemanas. Además, Alemania es, por tercer año consecutivo, el único país europeo con previsiones negativas de inversión y empleo. En el caso de la inversión, las expectativas de los empresarios germanos son inferiores a la media europea en 20 puntos (el mayor declive en tres años). En el apartado de empleo, la diferencia frente a la media europea es de 15 puntos.
Para el conjunto del país, el número de empresarios que espera un recorte de plantilla es mayor que el de los que piensan mantenerla o aumentarla. Finlandia, Irlanda y Austria presentan resultados similares en este punto, pero los empresarios austriacos son los que se muestran más pesimistas respecto al empleo.
El bloque de los optimistas está liderado por los empresarios de España, Finlandia y Reino Unido. En la zona euro se espera un crecimiento superior al de EE UU, pero las previsiones varían sensiblemente en los distintos países. Las empresas de Alemania e Italia mantienen ritmos de aumentos de la producción inferiores a la media, mientras que España, Grecia e Irlanda son las que permiten al conjunto de la zona no caer en recesión.
Exportaciones
El único punto en el que los empresarios alemanes muestran previsiones algo más alentadoras es el de las exportaciones, apartado en el que se colocan en línea con la media europea y por encima de Italia, Francia y Reino Unido. Los empresarios de España, Finlandia y Grecia son los más optimistas al valorar las perspectivas exportadoras, seguidos de Portugal, Suecia, Holanda y Austria.
La publicación de este informe coincidió con durísimas declaraciones por parte de Martin Wansleben, director general de la Federación de Cámaras de Industria y Comercio alemana, quien dijo que su país 'debería sentirse avergonzado por ir en el vagón de cola del tren económico'.
Alemania cerró 2001 con un ritmo de crecimiento del 0,6% y la previsión oficial augura un aumento de sólo el 0,75% en el PIB durante este ejercicio. Según Wansleben, la culpa la tienen unas contribuciones sociales y sanitarias que considera excesivas y un mercado laboral que cree demasiado rígido.
En las estadísticas publicadas ayer por la federación de Cámaras germanas, un 30% de las empresas califican su situación como 'mala' (en octubre el porcentaje era del 28% y hace un año del 18%).
Y buena parte del pesimismo proviene de sus pobres previsiones de crecimiento económico. Wansleben asegura que 'el crecimiento no superará el 0,5% como mucho, y en Alemania Oriental lo más a lo que aspiramos es al estancamiento'. En cuanto al número de parados, las Cámaras germanas calculan que superará cuatro millones de media en 2002 (frente a los 3,85 millones de 2001). Si se cumple su previsión, el canciller Gerhard Schröder tendrá serias dificultades para renovar mandato en septiembre.
Polémica por la decisión del Ecofin
El diario conservador alemán Die Welt publicó ayer una esquela lamentando la 'trágica muerte' del Pacto de Estabilidad, 'nacido en Dublín el 16 de diciembre de 1996 y fallecido en Bruselas el 12 de febrero de 2002'. Una fórmula original con la que editorializaba sobre la decisión del Ecofin de no reprender a Alemania y Portugal por el desvío en los objetivos de déficit fiscal. Con este paso, el Ecofin desoye la recomendación hecha por Bruselas. Sin embargo, el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, minimizó la aparente discrepancia declarando ayer que está 'optimista' sobre las posibilidades de Alemania de cumplir este objetivo.
Los analistas se muestran, sin embargo, muy escépticos. Ugo Ludwig, del instituto IWH, dijo que el plan para obtener equilibrio fiscal 'no es realista'.
El candidato conservador a la cancillería, Edmund Stoiber, aseguró que este objetivo sólo podrá conseguirse subiendo los impuestos. Y el ministro de Finanzas, Hans Eichel, replicó diciendo que esta afirmación es 'pura basura'.