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UE

Prodi apoya a Solbes en la advertencia a Alemania por el déficit público

Berlín y Bruselas se preparan para rematar su pulso sobre los riesgos del déficit público alemán el próximo martes. Ambas partes reclutan adeptos y el sismógrafo del enfrentamiento refleja tan pronto una mano tendida hacia el acuerdo como un enroque en las posiciones más inamovibles.

El canciller Gerhard Schröder, que está pendiente del calendario electoral, se niega a aceptar la lógica de un Pacto de Estabilidad que Alemania impuso hace cuatro años. Su desaforada intervención en el debate, negándose a admitir la más mínima amonestación comunitaria sobre un déficit público que se ha disparado hasta el 2,7%, ha enconado los ánimos y amenaza la iniciativa del comisario de Asuntos Económicos, Pedro Solbes.

El alicantino contará el martes, cuando el consejo de Ministros de Economía de la UE se pronuncie sobre su propuesta de censurar a Alemania, con el más alto respaldo institucional posible. El presidente del Ejecutivo comunitario, Romano Prodi, asistirá al Consejo para defender la propuesta. ¢Era nuestro deber, nuestra obligación, nosotros somos los que tenemos que hacer obedecer las normas¢, señaló el italiano en enero, cuando la Comisión emitió su recomendación sobre el déficit alemán. El Pacto de Estabilidad fija un límite al déficit del 3% y prevé un sistema de alerta rápida cuando un país se aproxima a ese valor. Por primera vez, Bruselas ha propuesto activarlo contra dos países, Alemania y Portugal (al que augura un déficit del 1,8% este año).

La Comisión necesita captar 62 votos en el Consejo para que su iniciativa prospere. Los cuatro países más grandes, Alemania, Francia, Reino Unido e Italia,cuentan cada uno con 10 votos. A Berlín, que ha recibido apoyo de Londres, le bastan seis votos más para bloquear la decisión. Portugal tiene cinco. España, que ocupa la presidencia, tiene ocho votos. Cualquier abstención perjudica a la Comisión, porque en la práctica cuenta como voto negativo.

Intensos contactos

Todas las opciones siguen abiertas, incluida la posibilidad de que el Consejo retrase la decisión. El tiempo podría corroborar los temores de Solbes sobre la evolución del déficit o hacer innecesario el aviso. Fuentes diplomáticas confirman contactos entre las capitales para buscar una fórmula que salve la dignidad de todas las partes.

Para Bruselas, está en juego la credibilidad del Pactode Estabilidad y de la coordinación de las políticas económicas que exige la unión monetaria. Además supone un pulso institucional entre el poder comunitario, que salió muy debilitado en el Tratado de Niza, y los Estados miembros, que ansían limitar la capacidad de injerencia de la Comisión.

En otro pulso europeo que resultará clave, la pugna por hacerse con la presidencia del Banco Central Europeo (BCE), el Gobierno alemán confirmó ayer que el sucesor de Wim Duisenberg ¢debe ser francés¢.

El portavoz del Ejecutivo germano, Uwe-Karsten-Heye, confirmó ayer que ¢había un acuerdo en 1998 que establecía que la sucesión recaería sobre un francés¢, por lo que estimó que ¢corresponde al Gobierno galo nombrar a un candidato¢.

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