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EE UU

El presidente de Andersen admite responsabilidades en la crisis de Enron

Joseph Berardino, presidente de Andersen, tuvo ayer un día muy duro. Prácticamente acorralado por los comentarios y las preguntas de los congresistas ante los que testificaba bajo juramento, el presidente de la auditora de Enron señaló que aún están analizando la relación de Andersen con su cliente. En el testimonio que tenía preparado admite que algo 'trágico ha pasado con Enron' y 'todos tenemos que afrontarlo y asumir la responsabilidad apropiada'.

Cómo dejó que esto pasara?', le preguntaban a Berardino en un tono muy duro. Los congresistas querían saber por qué cuando todos los informes internos de la firma indicaban que algo iba mal, no se hacían públicas las alarmas con respecto a Enron. 'Aún estamos buscando y analizando los hechos, ustedes quieren conclusiones y no se las puedo dar', se excusaba Berardino.

El presidente de la firma ha urgido a los legisladores a endurecer las sanciones a las compañías que lleven a engaño a sus auditores, que es lo que según su criterio hizo Enron. 'Hemos aprendido dolorosamente que la falta de material provisto por una empresa a su auditor puede tener catastróficas consecuencias'. Aún así, Berardino admitió que su empresa y las demás involucradas en el caso Enron debían aceptar las consecuencias 'apropiadas'.

Berardino desestimó la legitimidad del informe Powers sobre lo sucedido en Enron. Este documento elaborado por un comité independiente, elegido por Enron, señala las responsabilidades de Andersen. Según Berardino, nadie contactó con ellos a la hora de elaborar el informe .

Mientras tanto, ayer el Senado hizo firme con una votación unánime su citación al que fuera el presidente de Enron, Kenneth Lay, que no ha acudido voluntariamente a testificar ante ninguna de las Cámaras del Congreso. Lay tenía previsto acudir el lunes a la Cámara baja pero tras la publicación el domingo del informe Powers, en el que se confirma que los ejecutivos se enriquecieron a costa de la empresa, cambió de idea. Lay afronta acusaciones de desacato si no se presenta.

El lunes su abogado dijo que no sabía dónde estaba Lay. Ayer fuentes cercanas al ejecutivo le localizaban indistintamente en Washington ('para hacer frente a sus responsabilidades') y en Houston ('atendiendo a su suegro enfermo'). El lunes a se hizo público un comunicado en el que se explicaba que Lay había dejado de ser consejero de Enron.

Fuera del Capitolio, en la Bolsa, los efectos de la llamada enronitis siguen haciendo estragos. Las dudas sembradas por la desconfianza contable han echado raíces. GE reiteró sus previsiones crecimiento para 2002, tras varios informes en los que se pedía mayor transparencia. Pero Tyco se llevaba la peor parte. Sus acciones llegaron a caer un 26% ayer y las firmas de rating Standard & Poor's y Fitch han recortado la calificación de su deuda.

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