Primera rebaja de la calificación de riesgo de Telefónica en 42 meses
Telefónica ya no podrá vanagloriarse de ser el único ex monopolio europeo que no ha visto su calificación de riesgo afectada por la crisis de las telecos. La agencia Standard & Poor's ha sido la culpable, con su decisión de recortar el rating de Telefónica, en lo que supone el primer movimiento negativo para la operadora en tres años y medio. Las causas de la alerta son la exposición a Latinoamérica, con Argentina y Brasil a la cabeza, y a la tecnología UMTS en países europeos muy competitivos.
Telefónica fue el único gran ex monopolio europeo capaz de resistir la andanada de la primera parte de la crisis de las telecomunicaciones, pero la conjunción de varias tormentas -telecos, crisis mundial, Argentina- y su continuidad en el tiempo han sido demasiado para la operadora española. Ayer, por primera vez en tres años y medio, Telefónica sufrió una rebaja de su calificación de riesgo, de la mano de Standard & Poor's (S&P). El rating a largo plazo de la compañía y sus filiales europeas dedicadas a la financiación, incluida la calificación corporativa, están desde ayer en A, un escalón por debajo de su anterior estadio, A+.
La rebaja refleja el creciente riesgo crediticio de Telefónica que se deriva de su significativa exposición a la volatilidad económica de Latinoamérica. Esta región representa el 45% del Ebitda (flujo de caja operativo) del grupo y tiene sus dos principales focos de inestabilidad en Argentina y Brasil. Pero el riesgo no se queda sólo al otro lado del Atlántico, ya que S&P también señala como fuente de incertidumbre la agresiva estrategia de Telefónica en la nueva telefonía móvil UMTS en varios mercados muy competitivos de Europa.
La decisión de S&P supone todo un mazazo para Telefónica, que lleva más de un año adecuando su estrategia para minimizar los riesgos financieros, y así lo entendió la Bolsa. Uno de los principales objetivos del presidente, César Alierta, ha sido contener la deuda (de 29.597 millones de euros), lo que no ha impedido ni la rebaja del rating ni las inminentes obligaciones de pago, con 6.812 millones de euros (1,13 billones de pesetas) de endeudamiento que vencen este año.
Argentina
Los riesgos procedentes de Argentina concentran buena parte de las preocupaciones de S&P. La evolución del peso y su efecto potencial en la inflación y la actividad económica sigue siendo un misterio, asegura. Además, el suelo de la crisis todavía no está definido y el riesgo de que el Gobierno haga nuevos cambios en el marco regulatorio se mantiene en pie.
Un riesgo añadido para Telefónica estaría en un potencial contagio a Brasil, donde también tiene una sustancial exposición (el 23% del Ebitda del grupo se genera en este país). Sin embargo, S&P considera que los negocios brasileños y, sobre todo, la operadora de telefonía fija Telesp, han demostrado una buena resistencia a los problemas argentinos, con una fortaleza operativa que ha compensado la depreciación del real.
Por lo que se refiere al UMTS, S&P destaca las fuertes inversiones que ha hecho Telefónica para entrar en mercados donde no tiene presencia. La posición competitiva de la operadora en Alemania, Italia, Austria y Suiza es calificada por la agencia como débil, sobre todo porque no tiene ni infraestructuras ni clientes. En consecuencia, 'y añadido a los desembolsos realizados para comprar licencias, Telefónica tendrá que financiar costosas inversiones para el desarrollo de redes [...], a lo que se une la incertidumbre sobre la rentabilidad del UMTS'.
Pero no todos los argumentos de S&P son negativos, entre otras cosas, porque Telefónica sigue manteniendo uno de los ratings más elevados del sector. La evolución de la operadora en los últimos tres trimestres ha demostrado gran fortaleza, a pesar de la competitividad del mercado español y de los primeros movimientos de crisis en Argentina, asegura la agencia. A todo ello se une el bajo, en términos relativos, grado de endeudamiento de Telefónica, uno de los más moderados entre sus homólogas.