_
_
_
_
Competencia

Bruselas reduce el control de los fabricantes sobre las redes de ventas

Los concesionarios seguirán siendo el canal prioritario de distribución de automóviles, según la propuesta de regulación del sector que ayer adoptó la Comisión Europea. El nuevo sistema, que entrará en vigor el 1 de octubre de este año, permite a los distribuidores la comercialización de diferentes marcas y les libera de la obligación de prestar servicios posventa de reparación y mantenimiento.

El comisario europeo de Competencia había prometido colocar 'al consumidor al volante del sistema de venta de automóviles en Europa'. De momento, Mario Monti cumplió ayer su promesa de desplazar a los fabricantes del asiento del conductor, pero su propuesta de reglamento sobre venta de automóviles reserva tan privilegiada posición a los concesionarios. El cambio deparará, augura Monti, mayor competencia y una convergencia a la baja en el precio de los automóviles.

El proyecto, sobre cuyo texto se abre ahora un proceso de consultas con los Estados miembros, limita seriamente la capacidad de los fabricantes sobre la red de distribución, aunque mantiene la posibilidad de negarse a facilitar vehículos a ciertos distribuidores. Los supermercados y la venta por Internet parecen, en principio, las grandes víctimas. El reglamento dificulta la actividad de los intermediarios en la Red, al exigirles demostrar fehacientemente ante los fabricantes que cuentan ya con un cliente preciso para el vehículo que desean adquirir. Así, no podrán beneficiarse de descuentos por la venta de flotas, perdiendo gran parte de su competitividad.

Los concesionarios, en cambio, verán sensiblemente ampliada su independencia comercial. Los fabricantes podrán optar todavía por un distribuidor exclusivo para cierto territorio, el cual no podrá captar clientes fuera de su demarcación, aunque sí revender a concesionarios independientes de otra zona geográfica.

Pero el modelo por el que se decanta el nuevo reglamento consiste en un concesionario multimarca, que el fabricante seleccionará libremente en función de criterios como la calidad de sus instalaciones o la presencia de otros vendedores en la zona.

Estos concesionarios disfrutarán de una libertad casi absoluta en sus prácticas de comercialización. Un distribuidor belga, por ejemplo, podrá abrir una sucursal en Alemania si existe un diferencial de precios entre ambos países que pueda resultar atractivo al cliente alemán. Para Monti, esta mayor libertad incrementará la competencia entre los concesionarios y desatará una tendencia tanto hacia 'la reducción de precios' como hacia 'la convergencia'.

El comisario propone, además, liberar a los vendedores de la obligación del servicio posventa y de reparación durante el periodo de garantía del vehículo. La Comisión considera que ese vínculo carece de toda justificación. Pero una vez más se queda a un paso de romperlo totalmente y opta por 'reorganizarlo'.

Los fabricantes seguirán eligiendo los talleres que consideren apropiados. 'La única diferencia entre el modelo antiguo y el nuevo', según admite la propia Comisión, 'estriba en que algunos talleres oficiales en el futuro no venderán vehículos'. Ya lo hacen, por ejemplo, Volkswagen y Ford, .

Aun así, al texto le espera un agitado debate. La Comisión aprobó el borrador con el voto manifiestamente en contra de cuatro comisarios: previsiblemente los dos franceses, Pascal Lamy y Michael Barnier, el alemán Gunter Verheugen y el titular de la cartera de Empresas, el finlandés Erkki Liikanen.

Ayer mismo, además, el canciller Gerhard Schröder, que visitaba una fábrica de Opel en Francfort, arremetió contra Bruselas 'por pensar demasiado poco en la producción industrial y pensar que se puede vivir del sector servicios'.

La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles también había expresado reservas sobre el proyecto de reglamento. Se oponían, en concreto, al umbral máximo en la cuota de mercado que Bruselas quería exigir para la apertura ilimitada de concesionarios. Finalmente se ha eliminado ese criterio, que podía perjudicar a los grandes fabricantes europeos, en detrimento de competidores con menores ventas, como los japoneses o coreanos.

Más información

Archivado En

_
_