La sombra de Enron acentúa el deterioro de Wall Street
El Dow Jones pierde el 2,22% por el temor a más fraudes contables en otras compañías. La opacidad en las cuentas que evidencian algunas compañías reaviva el fantasma del fraude en la prácticas contables, que saltó a primer plano tras la quiebra de la energética.
El Dow Jones pierde el 2,22% por el temor a más fraudes contables en otras compañías. La opacidad en las cuentas que evidencian algunas compañías reaviva el fantasma del fraude en la prácticas contables, que saltó a primer plano tras la quiebra de la energética. El conglomerado Tyco, la farmacéutica Elan, la distribuidora de energía Williams o la compañía de redes Enterasys Networks fueron ayer responsables de los recelos.
Los índices estadounidenses se situaron desde el inicio de la sesión en negativo. Conforme se acercaba el cierre, las pérdidas se acentuaron. El Nasdaq retrocedió un 2,92%, y el Dow Jones, el 2,22%.
El nerviosismo afectó no sólo a los valores cuya contabilidad se encuentra en el punto de mira. Otras empresas que han crecido en los últimos años a través de estrategias de adquisiciones retrocedieron ayer. General Electric bajó un 4,7% y fue uno de los valores más negociados. American International Group (AIG) también fue castigada.
Tyco azuzó el miedo del mercado tras reconocer una noticia de The Wall Street Journal, según la cual, en los últimos tres años, el grupo invirtió unos 9.200 millones de euros en adquisiciones que no se hicieron públicas. También anunció la recompra de deuda. Cayó un 20%.
Por su parte, la irlandesa Elan, otra empresa sobre la que recaen serias dudas por la fiabilidad de sus cuentas, se desplomó el 42,65% tras anunciar una caída en el beneficio trimestral del 84% y advertir que no alcanzará los objetivos de este año.
Cada día, nuevos casos de la llamada contabilidad creativa saltan al mercado. Ayer, Enterasys Networks reconoció que está siendo investigada por la comisión de valores (SEC por sus siglas en inglés) y que retrasará la presentación de sus resultados. Bajó el 60%.
Poco ayudó el pesimismo de Microsoft. Bill Gates echó un jarro de agua fría a los que apostaban por una mejoría económica inmediata al afirmar que no espera una recuperación de tecnológicas este año, sino más bien una estabilización. La firma de sistemas operativos cayó el 2,67%.
Europa se contagió del pesimismo de Wall Street y los índices finalizaron con notables retrocesos. Francfort perdió un 2,21%; París, el 1,3%, y Londres, el 0,43%. El descenso más abultado, sin embargo, correspondió a la Bolsa madrileña, que perdió un 1,92% atenazada por los problemas económicos y sociales en Argentina.
El sector de telecomunicaciones, el peor del Stoxx en lo que va de año, volvió a ser ayer el principal lastre de los mercados.
Las operadoras de telecomunicaciones alternativas se llevaron la peor parte de la sesión. Energis, al borde de la quiebra, retrocedió un 11,4%, y Colt Telecom, un 7,88%.
La inquietud se dejó sentir, después que Independent on Sunday apuntara a otra posible rebaja de previsión por parte de Cable & Wireless, que sería la tercera en 12 meses. Bajó el 3,8%.
Por su parte, France Télecom prolongó su retrocesos y bajó ayer el 2,7%. El viernes Moody's rebajó la perspectiva a largo plazo de la compañía. Otros descensos significativos correspondieron a KPN, el 4%, y Sonera, el 5,9%.
El sector bancario también fue penalizado. La tensión en Argentina, sumada a los decepcionantes resultados de Deutsche Bank, lastró el sector, que bajó un 1,6%.
La Bolsa de Tokio retrocedió ayer por segunda sesión consecutiva, hasta situarse en el nivel más bajo desde el 2 de septiembre. En aquella ocasión, la plaza japonés se situó en el mínimo de 17 años.
El Nikkei se dejó un 1,63%, hasta 9.631,93 puntos. Es la cuarta jornada que el índice cierra por debajo de la barrera de los 10.000. El primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, que se enfrenta a crecientes dudas sobre su gestión económica, prometió ayer un nuevo impulso al programa de reformas.
Uno de los valores más penalizados fue la tecnológica NEC, que cedió un 5,56% tras doblar las previsiones de pérdidas para el ejercicio. La banca también cerró con pérdidas. Mizuho bajó un 6,88%.